XIII

4.2K 143 12
                                    

No entiendo por qué Marco pretende sorprenderme a mí también. Si se supone que la sorpresa es para su hermano y su padre al saber que estamos juntos.

Marco sale del salón y en apenas un minuto está de vuelta. Se acerca a mí y mira a Igor y a Gilberto:

- Bueno, deciros que Carol y yo estamos juntos. - me acaricia el brazo -. Fue todo casualidad y las entrevistas en casa contribuyeron a ello.

- ¿De verdad? - se sorprende Gilberto emocionado - ¡Me alegro mucho que seas tú quien le hace tan feliz! - se acerca a mí y me abraza. - ¡Hijo mío, qué alegría! Mamá estaría encantada con ella, te la aseguro. - abraza a su hijo y los tres hombres que hay delante de mí, se emocionan.

- ¡Anda, ven aquí, enano! - Igor le abraza - Ya sabia yo que últimamente esabas muy contento. - después me abraza a mí.

Y bueno, - Marco ne mira fijamente - sobre la sorpresa.... Carol, quiero que vengas a vivir conmigo.

¿QUÉ? ¿CÓMO? ¿ME ESTÁ VACILANDO? ¿PERO Y ESTO? ¡NO ME LO PUEDO CREER!

- ¿Lo estás diciendo en serio? - le pregunto atónita.

- Tú me comentaste que el contrato en tu piso es solo de tres meses y bueno, están a punto de acabar. Y aunque llevamos poco tiempo, quiero pasar más tiempo contigo. 

- Pero... ¿no será muy precipitado? - pregunto muy nerviosa. No me esperaba esto.

- Bueno, si no quieres... Podemos dejarlo para más adelante. Yo solo quería pasar más tiempo juntos.

- ¡Marco! - le abrazo muy emocionada - Claro que quiero, eres increíble.  Pero no me lo esperaba y me he puesto nerviosa.

- Quiero pasar mi vida contigo. - me suelta allí delante de su familia. ¿Me lo como? Le beso. Igor y Gilberto nos aplauden emocionados.

- ¡Bienvenida a la familia! - me abraza Gilberto. - Es un placer, te lo prometo.

- ¡Por fin alguien que centra a mi hermano y le quiere de verdad! - Igor me abraza y me besa en la mejilla.

Qué maravilla de familia. Estoy encantada con mi chico y con su familia. Nunca imaginé que todo fuese tan bonito.

Después de esto les explicamos cómo nos conocimos y todo lo que hemos hecho hasta ahora. 

- ¿Cuándo quieres que me mude contigo? - le pregunto a Marco mientras estamos tumbados en el sofá.

- ¿Hoy? - responde divertido. Me besa y me sonríe. Así no me puedo resistir. -. Cuanto antes mejor, ¿no?

- No me lo digas dos veces, sabes que estoy encantada con la idea. - le hago cosquillas y le miro mientras sonríe.

- ¡Pues venga, levanta!  - se levanta del sofá y me ayuda a levantarme -. Tenemos trabajo, pequeña.

- ¡Estás loco! - le digo antes de besarle.

Al llegar al piso, Sofía y Paula están junto a mi hermano.

- ¡Hola! - nos saludan todos.

- Chicas quiero deciros algo. - anuncio.

- ¿Te casas? - bromea Sofía -. ¡Sí que lo lleváis bien, sí!

- ¿Estás tonta? - le respondo -. No me caso, Sofía. Pero me mudo con Marco. Mi contrato en el piso acaba en un par de semanas y pronto vendrá la otra chica para ocupar mi habitación.

- ¿Me abandonas? - me abraza Paula emocionada.

- Estaré para todo lo que quieras, Paula. No llores, que lloro yo.

Marco y Pablo miran la escena sin intervenir. Ambos hablan entre ellos.

- ¿Y cuándo te vas? - pregunta Sofía.

- Esta semana me iré llevando las cosas. - confirmo.

- Te echaremos mucho de menos. - admite Paula y nos abrazamos las tres.

- ¿Por qué no venís a casa esta noche y hacemos una despedida del piso? - propone Marco -. Además, Pablo se va mañana. Así le despedimos también.

Marco se va a entrenar. Yo me quedo recogiendo mis cosas y pasando tiempo con paula y Sofía. Aunque esta última pasa más tiempo con mi hermano jugando a la play.

Estoy sacando ropa del armario y planchando para ponerla en la maleta cuando aparece Sofía en mi habitación.

- Oye, Carolina. - se acerca a mí -. ¿Puedo hablar contigo?

- Sí, claro. - le miro -. ¿Pasa algo?

- Me gusta tu hermano. - suelta así, sin más.

- ¿Cómo? - pregunto sin esperarme esa confesión. - ¿Pero él lo sabe?

- Sí. ¿Tendrías algún problema si él y yo tuviésemos algo?

- Claro que no, Sofía. Tiene 18 años, ya es mayor para decidir por sí solo lo que quiere y lo que no.

¡Maldito Pablo que callado se lo tenía!

En ese momento recuerdo que el lunes Isco estuvo aquí y tengo que hablar con Paula.

- Oye Pau... - me acerco a su habitación -. ¿Qué tal con Isco?

- Es muy majo. Pero creo que quiere algo conmigo y yo no estoy preparada para estar con nadie. - me confiesa antes de ponerse a llorar. - Mi ex me hizo mucho daño y no quiero volver a sufrir.

- Pero Pau, no tiene por qué pasar nada si tú no quieres. Sé por Marco que le gustas al futbolista pero, estoy segura que Isco comprenderá tu postura y no forzará nada. Si ves la oportunidad, cuéntaselo. Es un buen chico.

- Muchas gracias, Carolina. Cuando necesite algo iré al hacerte la visita. Te lo prometo.

- Estaré siempre ahí. - le abrazo.

Esa noche cenamos todos juntos en casa de Marco. Mi chico está feliz y yo también. Sus padres también están junto a nosotros e Isco también.

Por una parte estoy feliz por todo lo que está por venir junto a Marco pero, por otra estoy algo triste porque mi hermano se marcha mañana.

- Ten cuidado. Avísame cuando llegues. - despido a mi hermano en la estación de tren-. No vuelvas loca a mamá, piensa las cosas dos veces antes de hacerlas y sé bueno.

- Carolina, pobre de tus hijos cuando les tengas. Vaya sermón me acabas de dar. 

- ¡Pablo! - le regaño-. Y tú no te rías. -regaño a Sofía que está a mi lado -. Bueno, voy a mirar fundas para el móvil. Os dejo despediros tranquilamente.

Después de despedirme de mi hermano e ir a clase, voy al entrenamiento para darle una sorpresa a Marco.

El primer jugador que veo es Isco. Así que decido saludarle:

- ¡Malagueño! - me abraza -. ¿Qué tal ha ido el entrenamiento?

- Bien, muy bien. ¿Y qué haces aquí?  - pregunta algo nervioso.

- Vengo a ver a Marco. - le informo -. Que por cierto, ¿dónde está?

- Eh, Carolina...

- ¿Qué pasa Isco? - empiezo a preocuparme.

Mi pequeña casualidad - Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora