Mi pequeña casualidad - Marco Asensio

IX

No puedo creer lo que me acaba de decir Marco. ¿De verdad quiere salir conmigo? Mientras le respondo, le miro a los ojos y él sonríe. Pero, en realidad no sé qué quiero, ¿o sí?

Decido cogerle la cara con las manos y darle un beso. Él encantado. Abre su boca y da paso a mi lengua, me muerde el labio y sonríe en mitad del beso. Le muerdo el labio yo también. Me separo un poco de él, separando nuestras caras y me mira sonriente. Sabe que lo he hecho para picarle. Se acerca a mí y me va a besar pero, me deja con las ganas.

- No me has contestado. - alza las cejas divertido. - El beso ha sido muy bonito pero, un "claro que quiero salir contigo, Marco" estaría genial. ¿No crees? - no puedo evitarlo y empiezo a reir. Él sonríe. - ¿De qué te ries?

- De ti. - le digo de broma. Pone cara de enfadado, en broma también. Le saco la lengua y salgo corriendo.

Voy en busca de Paula, sé que con lo vergonzoso  que es, no vendrá a decirme nada delante de mi amiga.

Cuando la encuentro está hablando con Isco animadamente. Así que, me acerco a Morata y Ramos para hablar con ellos.

- ¡Hola chicos!  - les saludo.

- ¡Qué pasa chiquilla, que vienes corriendo! - me dice Ramos y me río.

- ¿Dónde te has dejado a Marquito? - pregunta  Morata riendo.

- ¿No me digas que al final has enamorado a Marquito? - se sorprende Ramos.

- Eso parece. - contesta Morata. - ¿Verdad? Este Marco... que callado se lo tenía.

- Estáis fatal eh, yo no he enamorado a nadie. - veo a Paula dirigirse al baño y decido ir con ella - Luuego os veo, chicos.

Una vez en el baño con Paula, decido no contarle que Marco me ha pedido salir. Ni siquiera le he contestado.

En ese momento, una chica aparece por la puerta y llama nuestra atencion:

- Chicas salid ya, vamos a llevarle la tarta a Morata.

Vamos todos a la mesa. Estoy con Paula y tengo cerca a Isco, Nacho y Marco. Isco le hace gestos a Marco y me mira. Yo le pego en el brazo para que se calle.

Al minuto, le cantamos el cumpleaños feliz a Álvaro. Y Los chicos empiezan a chillar y a decirle cosas.

Aprovecho ese momento para acercarme a Marco, Nacho me mira divertido y, me guiña un ojo.

- Marquito. - le digo al oído - ¿Vienes? - le abrazo por detrás y le sonrió en el cuello.

- ¿Dónde quieres ir? - me coge de la mano y me saca del grupo de gente.

No le contesto,  directamente me lanzo a sus labios, allí justo detrás de todos. Y me da igual.

Cuando me separó de su boca le digo al oído que sí, quiero intentar algo con él.

- Quiero intentarlo. Sé que va a ser difícil. Pero con esfuerzo y ganas, todo  se consigue. Y estoy dispuesta a conocerte y ver qué pasa entre nosotros.

En ese momento, Morata nos ve y chilla:

- ¡Parejita que esto no es un hotel, es mi cumpleaños! - Marco y yo nos reímos. Todo el mundo nos mira. Y Álvaro vuelve a hacerse con la atención de todos. - ¿Quién quiere tarta? 

Los demás siguen a lo suyo. Marco me coge de la mano y me acerca a su pecho.

- ¡Aire, hombre! - interrumpe Isco por en medio de Marco y de mí cuando íbamos a darnos un beso. - Que esto del amor es muy bonito pero, aquí o todos o ninguno.

- ¡Envidioso! - empiezan Marco y Morata a pelearse de broma.

Mientras, decido ir a por algo de beber y buscar a Paula. Una vez juntas, vamos a la zona donde hay música y un karaoke para divertirnos un rato.

- Por lo que acabo de ver, lo tuyo con Marco es oficial, ¿no?

- Si te digo que quizá lo veras más por casa, ¿te sirve?  -me río y le doy un trago a mi cerveza.

- Chicas, es hora de irse a casa - anuncia Marco acercándose a nosotras.

- ¿Ya? ¿pero qué hora es? - pregunta Paula.

- Es tarde ya y nosotros mañana entrenamos.  - sentencia isco.

- Bueno, entonces será cosa de marcharse. - anuncio.  Me levanto y me Abrazo a Marco - ¿Vamos?

- Adiós chicas - se despide Morata de nosotras - Cuando queráis ya sabéis donde vivo.

Marco nos lleva a casa. Paula baja antes del coche y, nos deja solos

- ¿Te lo has pasado bien? - me pregunta Marco y asiento. - Yo también. Mucho.

- Ha estado muy guay, espero que pronto haya más. - le bromeó. - ¿No estas cansado? - le pregunto.

- Un poco. - confiesa - Pero bueno, ahora a dormir y a reponer fuerzas.

- Bueno feo, pues yo me voy a dormir ya.

- ¿Como que feo? - dice en broma. Se acerca a mi y me da un beso. - Sabes que soy guapo y te encanto.

- ¿Que creído,  no? - sonrío muy  cerca de él. Aprovecha y me muerde el labio. Yo le miro a los ojos.

- ¿Qué miras? - me pregunta y yo solo le muerdo el cuello - No, Carol el cuello no.  - antes de que diga nada, le muerdo otra vez, le doy un beso y me bajo del coche.

Llega el fin de semana y Marco tiene partido en el Bernanbeu. El sábado por la tarde tiene que ir al hotel con todos los convocados y estar reunidos y preparados para el domingo.

- Buenos días. - escucho cerca de mí. Abro los ojos y veo a Marco justo delante de mí.

- ¿Qué hacés aquí? - me siento en la cama y le abrazo - Buenos días.

- He venido a traerte el desayuno,  está fuera. Para Sofía y Paula también hay.

- ¿En serio? - le doy un beso - Muchas gracias, Marquitoooo.

Salimos al salón. Saludo a las chicas. Y desayunamos junto a Marco.

- ¿Os apetece venir mañana al partido? - suelta Marco. Le miro atónita.

- ¿Lo dices en serio? - pregunta Sofía flipando al igual que Paula y yo. 

- ¡Pues claro! Si os apetece, podéis venir sin problemas. 

- ¡Muchas gracias! - exclamo y le abrazo, le beso delante de mis compañeras de piso. - Joder, así sí que se empieza bien el día. 

- Volveremos juntos a dónde nos conocimos. - me dice sonriendo. Se levanta, deja un sobre encima de la mesa. Me da un beso y se despide - Nos vemos mañana en el estadio chicas, hasta mañana.

Paso la mañana entre apuntes y antes de comer Marco me llama:

-Holaaaaaa. -escucho al otro lado. Por la voz es Isco - ¿Qué haces? Que dice tu novio, osea, que le he dicho yo que te diga, que podríamos ir los dos a cenar a tu casa el lunes, ¿no?

- Puuuues, ¿por qué no? - me río ante la situación.

- Ah, y te lo paso que te echa de menos.

- Buenas. - me saluda - Isco que quiere conocer a Paula - me explica Marco. - ¿Tú qué tal vas?

- Estudiando feo, nada interesante. Y sobre lo de Isco, ya hablare yo con él, ya.

Estamos un rato más hablando. Y al colgar me vuelve a sonar el teléfono, y pensando que es Marco contesto:

- ¿Qué quieres otra vez Marquito?

- ¿Marquito? ¿Cómo? ¿Qué dices Carolina? - escucho al otro lado del móvil.

¡No es Marco y la he liado!