Marco y yo nos miramos nerviosos ante la precipitada entrada de mi compañera de piso.
- ¡Hola! - saluda Paula animada - Yo soy Paula, encantada. - se presenta y le da dos besos a Marco - Tú ya sé quien eres, - nos reímos - y bueno, soy su compañera de piso. - Paula me señala y sonreímos las dos.
- ¿Te quedas a cenar? - le ofrezco a Marco, para agradecerle todo lo que está haciendo por mí con el reportaje - Así, al menos, hago algo por ti.
- Mmm... - me mira, mira a Paula y se ríe. - Puuues... - va a contestar y justo entra Sofía. Marco me mira extrañado.
- Es mi otra compañera de piso. - le explico.
- ¡Buenas! - saluda Sofía al vernos a los tres en el salón - ¡Anda, si eres el futbolista! ¿Qué tal? - se acerca a Marco y le saluda amablemente.
- Encantado - dice Marco - Muy bien, gracias. - se ríe tímido y me mira vergonzoso.
- Bueno, yo voy a cambiarme, que estoy muy cansada. - nos cuenta Sofía mientras se dirige a su habitación.
- Entonces, ¿te quedas a cenar o no? - insite Paula mirando a Marco. Él me mira a mí y va a responder pero Paula se adelanta. - Bueno, os dejo que lo habléis y yo voy a ponerme el pijama.
Nos quedamos solos de nuevo. Así que me intereso por su decisión:
- Bueno, ¿me lo dices a mí? - le pido poniendo ojitos. Y me río.
- Bueeeno, venga, vale. Me quedo a cenar. - se acerca más a mí - Pero porque es tarde y tendría que hacerme la cena al llegar a casa. - se ríe y yo le desafío con la mirada. Pero acabo riéndome junto a él.
Al final, acabamos cenando los cuatro juntos. El chico se está divirtiendo mucho. Pues, mis compañeras de piso son muy graciosas y con ellas es imposible aburrirse. Y Marco, a pesar de ser más vergonzoso, consigue abrirse y soltarse un poco más.
Me acabo la cena y voy a dejar mi plato en la cocina. Allí coincido con Paula que me mira fijamente mientras sonríe.
- ¿Qué pasa? - le pregunto extrañada. - ¿Por qué me miras así? ¿Tengo algo en la cara?
- Dime que cuando he llegado a casa no he interrumpido vuestro beso. - suelta de golpe tapándose la cara.
-¿Qué dices tía? - intento disimular - ¡Claro que no!
- ¿Seguro? Mira, yo os he visto muy juntos eh. - niego con la cabeza y me voy al salón con Sofía y Marco. Paula viene detrás pensando en lo que acabamos de hablar.
- Chicas, le estoy diciendo a Marco que se quede a dormir. Ya es tarde y se puede perder. - dice Sofía riendo. No puedo evitar reírme. Y Marco me mira gracioso.
- ¡Pues claro, es una buena idea! - apoya Paula - Puedes dormir en el sofá. O bueno, con Carolina también. - me mira mi amiga sonriendo. ¡La mato!
- Bueno, tampoco le agobiéis eh. - le defiendo - Tendrá que entrenar. Además, tiene que descansar en condiciones.
- Ya te he dicho que mañana por la mañana tengo libre. - me contesta Marco guiñándome un ojo.
- ¡Pues ya está! - sentencia Paula - Te quedas y, punto.
Estamos un largo rato hablando sobre cualquier cosa hasta que Sofía decide irse a dormir porque mañana tiene que madrugar. Paula tampoco tarda en irse y por lo tanto, solo quedamos Marco y yo.
- ¿Dónde voy a dormir? - pregunta con cierto interés.
- En el sofá. - contesto obvia.
- ¿No me vas a dejar dormir contigo? - pregunta riéndose.
- ¿Y esas confianzas? - le pregunto siguiéndole la gracia - Te veía más paradito Marco.
- ¿Ah, sí? - me vacila. Se acerca a mí y me hace cosquillas - ¿Me veías, qué?
- ¡Para! - le pido - ¡Para, por favor! Se van a despertar. - Y así sin más, me da un beso.
- ¿Sigues pensando que voy a dormir en el sofá? - Marco se separa de mí y me sonríe. Afirmo con la cabeza y se vuelve a acercar a mí para besarme - Pues nada, tendré que convencerte.
Dejo que Marco se acerque más a mí y me bese. ¡Joder, qué bien besa! Acabo poniéndole la mano por debajo de su camiseta y la otra por su cuello. Y sin pensarlo, y sin saber por qué, le beso el cuello.
- Carol no, el cuello no... - suspira Marco - Para. - me pide. Pero sé que ambos no queremos parar. Así que, no le hago caso y sigo besándole la cara, el cuello y la boca.
Me coge del culo y me pone encima de él. Me besa más intensamente y pasa sus manos por mi camiseta. Opto por quitarle a él la suya y cuando se la estoy pasando por la cabeza, momento en el que él no puede ver nada, veo aparecer a Paula en el salón. Me mira incrédula y se da media vuelta hasta su habitación. ¡Mierda! Nos ha pillado. Le bajo la camiseta a Marco y me mira sin entender nada.
- ¿Por qué paras? - me pregunta besándome la boca.
- Marco, para. - le pido - Paula nos acaba de pillar - Venga, vamos a dormir. - me quito de encima suya y me voy para la habitación. Veo que él me sigue- ¿Qué haces? Te he dicho que dormirías en el sofá.
- ¡Carol! - replica - ¡Venga ya! Déjame dormir en tu cama.
Al final, acabo cediendo y le dejo dormir conmigo. Pero le advierto de que solo vamos a dormir. Ya he tenido bastante con que Paula nos haya pillado liándonos y no quiero liarla otra vez. Marco acaba durmiendo en bóxers porque no tiene ropa para dormir y yo acabo durmiéndome abrazada a él sin darme cuenta.
Cuando me despierto, está mirándome. Me tapo la cara con las sábanas y me las aparta. Me da un pico y se levanta.
- Buenos días. - me dice - Ya son las diez, así que hoy no llegas a clase.
- ¿Qué? - me levanto deprisa - ¡No puede ser!
- No te preocupes, luego le pido al club que te hagan un justificante. Además, necesitas conocerme para poder hacer el reportaje estupendamente. - se acerca a mí demasiado y solo lleva unos boxers azules, que me encantan por el color. - Vístete, vamos a mi casa, me cambio y te dejo mi coche. ¿Aceptas?
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Mi pequeña casualidad - Marco Asensio
FanfictionLas pequeñas casualidades hacen grandes las cosas, de eso estoy segura. Y conocerte, fue la pequeña casualidad que me ayudó a crecer. O quizá, el destino quería que tú formaras parte de mi caos; así sin más. -Cualquier coincidencia con la realidad e...