Quiero matar a un hombre

Parte 37 ¿Cambios en mi cuerpo?

Comenzó un nuevo día y no se por que pero me sentí diferente... Todo al parecer había cambiado; incluso mi mente ya no era la misma; mi corazón no se diga, existía en el un chispazo de felicidad.

Había iniciado una transformación; abrí los ojos... más no los de mi cuerpo; pues así como después de la oscuridad nace la luz, dentro de mí vi algo nuevo.

Y escuché una voz que me decía, para poder cambiar al mundo, tienes que comenzar por ti y para ti, pues como puedes Amar si no te amas a ti mismo.

Y de igual manera para poder hacerlo tenía que dejar el costal de mis fracasos, por que cargando con el se hacía mucho más difícil mi caminar; tuve que dejar resentimientos de un pasado, odios, envidias...Tristezas, para darme cuenta de lo grande del amor de Dios por mí.

En otras palabras, dejar todo lo que me estorbara y el miedo a ser feliz.

Vi mi cuerpo, día con día iba cambiando, más no podía dejar atrás a mi sentir, el también necesitaba crecer.

Mi cuerpo seguiría en mi cuerpo, mi sentir lo traspasaría, manaría incluso fuera de mí, lo que por dentro viviría.

Y me di cuenta que mi cuerpo se irá llenando de arrugas y mi cabeza de canas, pero mi sentir se iba a ir revistiendo  de gloria  día con día, año con año, momento a momento.

Estaba en mi transformar mi mundo... estaba en mi lo que estaba buscando.

A mi cuerpo le daría en su momento lo que necesitara, pues tendría que hablar por mí. Si estaba bien interiormente, mi cuerpo tendría que reflejarlo.

A mi mente le daría sabiduría, para que en su momento mi boca hablara por mí y en lo que dijera, se escondiera la mediocridad y se enalteciera la grandeza.

A mi corazón le daría un sentimiento, para que a su hora, el hablara por mi ante Dios y en base a lo poco o mucho que estuviera lleno de amor fuera yo juzgado.

Y nuevamente me di cuenta que aunque mi cuerpo se quedara aquí al final del tiempo; tenía que cuidarlo, por que es el cofre que guarda un tesoro, tenía que quererlo para poder dar de mí, tenía que respetarlo, pues en base a esto, sería el salto para llegar al cielo.

22 de Febrero del 2000