Quiero matar a un hombre

Parte 27 ¡Transfiguración !

Y el final se convirtió en el principio y mi espíritu comenzó a bañarse de un perfume exquisito y la vida empezó a convertirse en anhelos y estos en realidad, experimentó mi cuerpo una transformación y mi esencia a embriagarse de una totalidad jamás sentida.

Abrí mis ojos y empecé a contemplarlo con sus brazos extendidos invitándome a abrazarlo, con sus ojos en mis ojos llenos de fe en mi ser, empezó a compartirme las espinas de su frente y quería que le ayudara a cargar su cruz.

¿Por qué yo?  No lo se, pero se fijó en mí.

El dolor que antes se le veía en el rostro se cambió por una sonrisa y experimenté la sensación de que vivía; su cuerpo se cubrió de luz, levantó su cabeza y brotaron de sus labios estas palabras: Padre, estamos listos para comenzar de nuevo... Y en seguida me dijo: Prepara el camino para mi regreso, ha comenzado el tiempo de separar la cisaña del trigo, de recolectar lo bueno en mis graneros y quemar lo que esté de sobra.

Aquel que se oponga será maldecido y el que ayude encontrará refugio entre mis llagas.

Abre tu boca sin temor que yo guiaré tus palabras y no temas que voy a tu lado, el que te juzgue será juzgado y el que te escuche, escuchado. 

Vamos pues que el tiempo apremia, hay que empezar a cortárle las cabezas al dragón; que de tus labios mane sabiduría y al caminar queden grabados tus pasos por donde camines.

A aquellos que se opongan los quitaré de en medio y tu seguirás de frente sin voltear atrás.

Soy dueño del tiempo y éste pasará sin sentirlo, de muchos brotarán lágrimas de angustia y de las conciencias se escucharán lamentos.

Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan... No dudes, que mi espíritu descansará en ti...

7 de marzo del 2000