Quiero matar a un hombre

Parte 8 Decisiones compartidas. (Padre e hijo)

Tú sabías lo que quería y decidiste por mí; el problema fue que no de acuerdo a lo que yo esperaba, quise hablar y callaste mi boca, alegaste no se cuantas cosas que según tu eran a mi conveniencia; no quisiste escucharme pues para ti la experiencia hablaba por si misma.

Y me pregunté, ¿Si la vida iba a ser así, para que el creador me dio una boca, no era acaso para decir lo que quisiera y poder tener una opinión para alegar a lo que no estuviera de acuerdo?

¿Si la vida iba a ser así, para que Dios me dio una mente?

 ¿No es acaso para pensar y darme cuenta de lo bueno y lo malo; para opinar según mis criterios y deducir uno mismo lo que quiere y lo que no, según la madurez que he adquirido con el tiempo.?

¿Si la vida iba a ser así, para que me hablan de la libertad?

 No siempre dependeré de alguien , llegará un momento en el que tenga que valerme por mi mismo, un momento en el que la gente que quiero se irá y si sigo atado, a todo le tendré miedo...¿ no sería conveniente que al principio poco a poco se nos permitiera ir tomando las riendas de nuestra propia existencia y experimentar en las caídas el valor del ser?

 No te pido que me dejes, más tampoco que me asfixies; guía mis pasos de cerca pero entiende que ya puedes soltar mis manos pues hace tiempo aprendí  a caminar, pues tú con tu educación y amor me lo has enseñado.

Se que me quieres y te preocupas por mi... GRACIAS, de corazón te lo digo, por que de allá arriba también me regalaron uno y esta aprendiendo a sentir; está aprendiendo a amar y a vivir la diferencia y este me pide que lo deje ser.

Tu, eres dueño de tu vida y de tus actos y en algún momento rendirás cuentas, yo ya se que es bueno y que es malo y mi conciencia determinará mis errores.

Quiero que me escuches y no que me voltees la espalda, quiero platicar y no que me juzgues, dar mis opiniones y yo escuchar las tuyas, verte como amigo y no como a un rival.

Más no pienses por mí, no tomes mis decisiones, en lo que necesite si me dejas ser, acudiré a ti, dame la confianza para buscarte y no el resentimiento para ocultarme, Soy tu sangre vida de tu vida, anhelo tuyo hecho realidad. 

Tu elegiste lo que querías y yo también quiero elegir; si acierto fue mi decisión y no la tuya, si caigo aprenderé a levantarme de mi error... pero date cuenta que desde hace tiempo decido lo que anhelo y en raras ocasiones me he equivocado y nunca te he decepcionado, ¿ no crees que mis alas ya están fuertes para volar?

Hoy quiero hablar por mí, quiero hablarte a ti, de lo que pasa por mi cabeza, de lo que siente mi corazón, de mis sueños de mis locuras, de mis alegrías y mis tristezas.

Aconsejame pero permíteme tener libre albedrío para tomar ese consejo o simplemente dejarlo. 

Sentémonos a platicar; frente a frente, hombro con hombro, Tu y YO, tal vez tu también quieras decirme algo y por que no, tal vez pueda ayudarte y así nos enseñaremos a compartir y a contar el uno con el otro; no separemos dos corazones que están hechos para estar juntos. Simplemente, permíteme opinar, ser y actuar y eso te lo agradeceré más, que a que me veas siempre como al pequeño que hay que proteger...

Gracias por escucharme...

4 de Enero del 2000