Parte 22 Navidad

25 0 0
                                    

Me recosté esa noche un poco preocupado, pues los gastos que tenía que hacer por la temporada iban más allá de lo que en algún momento contemple y salían de mi presupuesto... transcurrieron los minutos y sin notar a que hora... alcancé el sueño.

De pronto escuché Tu voz,que me hablaba por mi nombre...

-Dime Señor; te contesté.

Te he observado estos últimos días y logro ver en tu mente que te encuentras ofuscado e inquieto, preocupado por cosas que alteran tu vida y tus nervios y hace que descuides lo que realmente es de valor.

-¿A que te refieres Señor Mio?

-¿Para ti que es la Navidad?

-Tu nacimiento Jesús, una temporada en la que nos reunimos en casa anhelando Tu llegada y en la que todos los miembros de la familia nos alegramos por la buena nueva de tu venida al mundo.

-¿Si así lo ves, entonces por que te preocupas?

-Tengo que reconocer que es también una temporada de regalos y gastos, en la que estamos todos como locos intentando salir de los compromisos.

-Eso es para el mundo la Navidad y desgraciadamente muy pocos le dan su valor real y por los compromisos, del último que se acuerdan es de Mi... Y la Navidad es mucho más que eso. Empieza por un tiempo llamado Adviento, en la que manifesté a los hombres por medio de los Profetas haciendoles saber de mi llegada.

Fui una promesa desde muchos siglos atrás y lo sigo siendo año con año, intentando que abran su corazón y me reciban de verdad.

Fui hecho carne por Amor a ustedes y vine a este mundo para salvarlos; me encarné en una Virgen y nadie se imagina lo que mi Madre tuvo que pasar, desde huir por protegerme hasta darme a luz en un pesebre.

Todos imaginaban a un Ser revestido de gloria y riqueza, a un rey, a un guerrero... A un conquistador.

Cuan sorpresa para el mundo que aquel rey naciera en la pobreza, entre paja y lleno de humildad. Y que no venía a ser un guerrero, sino a sembrar la paz y... a morir por Ti; que no era un conquistador de ciudades... Sino un conquistador de corazones y que mi motivo de llegada era la transformación del mundo, con el hecho de habitar un Dios con su gente y cumplir su promesa.

Si hoy te dijera, que esta navidad voy a volver, no como niño sino como justicia; no en un regalo, sino como conciencia, en la que separaré a las ovejas de los cabritos. En la que el regalo seré Yo para los justos y lágrimas para el pecador, te pregunto...

¿Tienes tu lampara encendida?

¿Estas esperando realmente mi llegada o estás haciendo un negocio de mi nacimiento?

¿Como está tu interior, se encuentra preparado para recibirme con alegría y estando en paz conmigo?

O será que tal vez estás muy preocupado por tus compromisos y solo esperas que pase la Navidad para prepararte para el nuevo año... y así... consecuentemente haciendo de tu vida una monotonía, disfrutando de tus regalos... mientras un pobre muere de frío a las afueras de tu casa... un pobre en el que estoy Yo, esperando de ti.

Abre tus ojos y levántate, prepárate para mi llegada... como niño o como Juez. Abre tu corazón, límpialo y sánalo, pues si me permites entrar, transformare tu vida y tu regalo esta Navidad será el mismo cielo.

Que tu mejor regalo en esta Navidad seas tu mismo, haciendo sentir a los tuyos y al que lo necesita que YO, tu Dios... he nacido en ti...

Diciembre del 2001

Quiero matar a un hombreWhere stories live. Discover now