¿Valgo para esto? #DALF1

Capítulo 25.- Casa de Becca.

Narra Alex.

Estoy tumbada en el sofá viendo la tele mientras mi hermano juega con un balón y mi hermana le grita para que deje de hacer ruido. Hace más ruido ella gritando que él con el balón.

– ¿Podéis dejar de discutir? –Pregunto y ellos me ignoran. –Estoy intentando ver la tele.

– Te jodes. –Dice mi hermano y mi hermana ahora le grita por hablar mal. 

– ¿Qué pasa con tantos gritos? –Pregunta mi padre entrando al salón y mi hermano deja de jugar con el balón y mi hermana deja de gritar.

Efecto papá.

– No para de hacer ruido con el balón. –Dice mi hermana señalando a mi hermano y éste la mira mal.

– ¡Mentira! –Grita mi hermano.

– No grites. –Dice mi padre.

Esto es un bucle sin fin. 

Me levanto, apago la tele y me voy a mi cuarto antes de que vuelvan a empezar a pelear.

Recojo las cosas que hay tiradas por el suelo, porque no soy la persona más ordenada del mundo, y me tiro en la cama.

Mi móvil empieza a sonar y me doy cuenta de que está en el escritorio. Para cogerlo tengo que levantarme. Y me acabo de tumbar. ¡No me apetece levantarme!

El móvil deja de sonar. Si es algo importante, volverán a llamar.

Efectivamente, tras unos segundos, el móvil empieza a sonar de nuevo. Suspiro con frustración y me levanto para cogerlo, viendo que es una llamada de Becca.

– Hola Becca. –Digo al descolgar la llamada.

– ¡Que sea la última vez que no me coges el teléfono! –Dice y ruedo los ojos.

– No eres mi madre. –Digo y ella ríe.

– Pero soy Becca y eso es casi lo mismo.

– Becca, no es que me moleste tu llamada. Al contrario, sabes que me gusta hablar contigo. Pero me encantaría saber qué ha hecho que tenga que levantarme de la cama cuando me acababa de tumbar. –Digo y escucho su risa.

– Te quiero invitar a cenar a mi casa. –Dice y frunzo el ceño.

– ¿A qué se debe?

– Derek te echa de menos. –Dice y río.

– ¿No será que tú me echas de menos? –Pregunto.

– Bueno, un poco. ¡Pasaré a buscarte a las siete! Tienes que estar preparada eh. ¡Nos vemos!

Becca cuelga antes de que pueda decir algo más y suspiro. Al menos aún tengo tiempo para prepa...

¡Son las seis y cuarto!

¿Por qué Becca siempre me hace estas cosas?