PUPPET [ T#1 TERMINADA ]

PUPPET| Parte 14

—Necesito hablar contigo, Lía.—se posiciona frente a mí dándole la espalda por completo a Jackson, el cual deja su enojo a un lado y empieza a destilar  preocupación y seriedad.

—¿Sobre qué tenemos que hablar?.— Inquiero y mis ojos viajan de Norte a Sur entre Taehyung y Jackson, una y otra vez.

Taehyung le dirige al muchacho una mirada llena de molestia, con la cual podemos apreciar que claramente no le cae bien, pero su semblante contraido y de pocos amigos no le mueve ni un pelo de miedo a Jackson. Taehyung deja de clavarale estacas con los ojos para dirigirse a mi nuevamente, dándome a entender que no diría ni una sola palabra frente a mi nuevo amigo.

Me disculpé con Jackson y le avisé que volvería pronto dejandolo sólo, mientras me alejaba con Taehyung de todo y de todos. Su mano enroscada en mi muñeca me jalaba sutilmente por los pasillos hasta llegar a lo que parecía ser el cuarto del concerje, y nos encerramos ahí.

Nos fundimos en un silencio interminable mientras solo nos dedicábamos a vernos el uno al otro, como si hubiese pasado más de mil años sin poder estar cerca entre sí. Lo cansado de su rostro aún era evidente, la tenue luz que entraba por la pequeña ventilación y pegaba en su rostro, lo convertía en algo más hermoso e irreal.

Cuando creía haber soltado finalmente la soga, supe lo equivocada que me encontraba. Aún se mantenía conmigo.

—¿Porqué haces esto?.— Inquirió cansado, como si hablar le costase un gran esfuerzo, como si tenerme cerca fuese el peor error.

—¿El qué?.— Indagué confusa perdida en un mundo de oscuridad donde la única salida era él.

No entendía su pregunta y mucho menos porqué nos encontrábamos en aquel lugar, restregó sus manos en su cara y revolvió su cabello con exaspero, ira y descontrol.

—¡Joder, Lía!.— golpeó la puerta con su puño y ante dicha acción di un brinco de susto.

—¡Podrías explicarlo!.— vocifere llena de espanto por su comportamiento — explícame, por favor.— concluí viendo como Taehyung se movía de un lado a otro en la pequeña habitación.

—¡¿Que te explique?! ¡¿Lo que ya sabes?!.— se acercó a mí repentinamente.

Me alejé de él.

—¡¿Lo que sé?!, ¡¿qué sé?! — grité ofuscada por sus dudas y rodeos. No lo sabía, no sabía que iba.

—¡Estás saliendo con otro!, Todo el maldito instituto lo sabe. Todos lo comentan, Lía.— su semblante era aún mas duro que antes, su mandíbula contraída se movia de atrás hacia delante y sus aletas nasales se expandían y cerraban a la vez.

Realmente no entendía de que hablaba, trataba de llegar a su punto, pero su tensidad no me lo permitía.

—¿Otro?— cuestioné escéptica— ¿de que hablas?.

—No me quieras ver la cara, Lía —advirtió y alzó una ceja— Lo conoces bien, y estuviste con él hace un momento. Antes de estar aquí conmigo — la miró disgustada.

—Si te refieres a Jackson, sólo somos amigos — indiqué.— No entiendo el motivo de tu actitud. ¿Podrías...? Por favor.— pedí una explicación cruzándome de brazos.

—Lo siento.— musitó —¡Lo siento!, ¿sabes lo mucho que he tratado de olvidarte?— inquirió y prosiguió sin darme tiempo a contestar —Sé que no me vas a perdonar, Lía. Sé que no me perdonara por lo que te he hecho y mucho menos lo harás mas adelante.—musitó nuevamente sonando muy dolido.

—Te perdonado.—enuncié en un débil susurro— te he perdonado cada día de mi vida.  

Nuevamente el silencio nos arropó. Existe un momento en el que todo se sincroniza y hay paz, ese momento se vuelve perfecto y no hay nada que lo pueda arruinar, excepto que solo es un momento y no una vida entera. Es así como me sentía en este preciso momento con Taehyung en un cuarto cuarto de conserje.

—No somos nada y aún así te he perdonado.— dejé de mirarlo a la cara y me dirigí a la salida lista para huir de ahí.

Taehyung rápidamente tomó mis muñecas y me atrajo a su cuerpo con la intención de impedir que me vaya, sus ojos se encontraron con los míos y rozó la punta de nuestras narices. Me permití cerrar los ojos y sentir esa sensación de bienestar una vez más.

—Lo sé, sé que no somos nada pero contigo quisiera ser un todo.—sus palabras chocaron contra mis labios y pude sentir la suavidad con la que fueron emitidas a comparación de la forma ruda, fría y distante con la que me hablaba.

—...Taehyung.— suspire sin más que decir, su cercanía me robaba el aliento y las ganas de querer desaparecer. Tan sólo quería permanecer ahí, así, siendo nosotros solos contra el mundo.

Sus labios dieron leves toquecitos sobre mis mejillas dejando pequeños rastros de humedad en la piel de éstos, con sus dedos acarició mi cabello y metió uno de los mechones rebelde tras de mi oreja.

Me mantenía con los ojos cerrados, respirando su varonil aroma y sentiendo todos sus moviendo con cada uno de mis sentidos. De pronto todo paró: sus caricias, su respiración, sus latidos, sus labios se juntaron con los míos y a mi mente acudió nuevamente las palabras de la psicóloga Shin.   

"Cuando sometemos a dicha persona a tal prueba por medio del beso, no nos emite todo lo que realmente debemos y queremos saber sobre ese individuo, necesitamos respuestas".