Capítulo 61

6.8K 426 47
                                    

Cielo

¿Qué palabras describirían el saber que en unos minutos, tan solo unos minutos estarás con el hombre que amas para poner inicio a lo mejor que te puede pasar en la vida?

Si me lo preguntaran, no sabría qué responder.

Un gran suspiro sale de mi al verme al espejo. Sonrío sin poder evitarlo, tengo tanta energía en mi que mis manos no se están quietas. Quiero salir, arrastrar a mi hombre imposible, robar un coche e ir a un lugar ilocalizable y tenerlo solo para mí.

Pero no se puede, él quiere una boda. Y no es que yo no quiera. Se que al salir, lo veré tan guapo que no sabré de mi, y todos podrán verlo y más las mujeres.

Dios mio. Lo posesivo se pega.

Sigo con mi tarea de mantener las manos ocupadas y se abre la puerta de mi habitación dejando ver a un Dante bastante sexy con ese traje.

– Pero si es don "todo me queda bien" – digo regalándole una sonrisa que él me regresa.

– Ángel te ves hermosa – se acerca dándome un abrazo que correspondo con gusto.

– Gracias, tú tampoco estás mal – bromeo.

Se aleja y me da una mirada cargada de burla.

– Pero si estoy espectacular – sonríe de manera sexy, si no estuviera enamorada del caliente moreno, muy bien pude haber caído rendida ante este hermoso chico.

– Bien lo admito.

– Ángel – se acerca a centímetros de mi rostro y susurra – Hay que escaparnos.

Le doy un pequeño empujón.

– Bien, tenía que intentarlo – dice sobándose la zona golpeada.

Nos observamos unos segundos que se hacen eternos.

– Si me haces llorar, arruinaras mi maquillaje y estaré muy molesta – digo sabiendo sus intenciones. Quiere hablarme y expresa muchas cosas con su mirada, no hablamos absolutamente nada desde que salí del hospital y fui arrastrada a un montón de cosas a la vez. Lo bueno de todo esto es que Nicolas es un hombre persistente y tenía todo listo desde hace un mes, ¿psicópata? Tal vez, y aun así lo amo con todo mi ser. Tenían prácticamente todo preparado, solo se hicieron llamadas para traer a la gente y solo hasta ahora pude ver a Dante.

– No quiero que llores – me toma de las manos y aprieta un poco – Necesito decirte muchas cosas y Nick no te soltaba.

Eso me recuerda algo.

– ¿Que ha pasado entre ustedes que son tan amigos? – digo un poco confundida juraría que ni se soportaban.

– Pregúntaselo a él, solo diré que tu hombre es un oso de peluche, pero no se lo digas – sonríe altanero.

No voy a preguntar, el que menos sepa mejor. Hago que suelte mis manos para rodear su cuerpo y fundirnos en un abrazo muy significativo.

– Dante...

– Dime ángel.

– No te amo.

Se tensa completamente.

– Lo sé.

– No te amo como a él – suspiro y nos apretamos mas – Te amo y aún así mi corazón le pertenece. Quiero que no sufras, eres alguien sumamente importante para mi.

– También eres importante para mi – dice dándome un beso en el pelo, pone una mano en mi cabeza y la que estaba en mi espalda la pasa a mi cintura y aprieta fuerte – Me perteneces a mi antes que a él. Yo te vi primero.

Completamente MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora