Cielo
Nunca les ha pasado que sienten algo crecer dentro, pero algo sofocante, algo que te sube la temperatura y a la vez te tiene atrapada.
¿No?
Pues a mi si, tengo a Nicolas enredado en mi, sus piernas están encima de las mías y sus brazos atrapan mi torso y creo que me está tocando un pecho.
Abro los ojos y veo el sol asomarse a la ventana, estoy de espaldas a él. ¡Es un calentador humano!
Trato de darme la vuelta, pero se me es imposible ya que por el mínimo movimiento que haga Nicolas me aprieta más.
– Nicolas – le hablo – Nicolas suéltame.
Gruñe – No.
¿Qué?
– ¿Por qué no? –preguntó exasperada.
– Estoy cómodo – y aprieta más su agarre.
– ¡Pero yo no hombre!, eres un calentador – digo y ríe un poco.
Me gusta su risa, se ve tan joven y despreocupado, me quedo un momento escuchando el sonido de su voz y creo que se ha dado cuenta del porqué de mi silencio.
– ¿En que piensas? – pregunta.
Sonrió un poco – Nada.
No decimos más y quedamos en absoluto silencio.
Me remuevo un poco, pero sigue sin soltarme.
– Nicolas, ¿me vas a soltar?
– ¿Y si digo que no?
Sonrió, quisiera que no me soltara pero me urge ir al baño.
– Pues déjame decirte que tendremos un problema – digo y lo siento tensarse – Porque necesitó ir al baño.
Se relaja y me suelta poco a poco.
Me levantó y voy directamente al cuarto de baño.
Me veo en el espejo y puedo observar que tengo buen aspecto.
Mis mejillas están sonrojadas, y tengo un brillo en mis ojos tal vez sea por ese bello hombre que se encuentra fuera.
Después de asearme un poco salgo del baño y encuentro a Nicolas extendido en la cama boca abajo.
Su cabeza está hundida en la almohada, y sus nalgas respingonas me saludan, este hombre es definitivamente sexy.
No se como pero me veo acercarme a la cama y de repente ¡Zas!
¡Le acabo de dar una nalgada!
¡Oh! Mi dios! Abro los ojos como platos y cubro mi boca con una mano.
¿Pero qué he hecho?
No se ha movido pero lo vi respingar por el impacto.
– Lo siento no se que me pasó, solo lo siento mucho – trato de disculparme. Qué vergüenza.
Lo veo levantarse y tiene una sonrisa en sus labios.
Oh no.
– Cariño no sabía que querías jugar tan temprano – dice acercándose a mi.
– No, espera... yo en verdad lo siento – digo retrocediendo a cada paso que da.
– No huyas de mi Cielo, sabes que no lo soporto.
Lo dice y se que es verdad me detengo y avanza cada vez más a mi.
– Buena chica – dice y me toma por la cintura y me acerca mucho más a él.
YOU ARE READING
Completamente Mía
RomanceEsta es la historia de Cielo Ward una chica sencilla llena de carisma y que disfruta de los que más ama, pero muy pronto la vida le enseñará que no todo siempre es bueno y que hay que luchar y atravesar los obstáculos impuestos por el destino. Acomp...