Capítulo 2

24.1K 1.2K 40
                                    


Cielo

Bajo las escaleras pensando cómo persuadir a mi tío, pero con ese hombre no puedo así que sigo mi camino hasta la cocina, y ahí está Jared Ward, que a pesar de unos años sigue igual de guapo, aún no entiendo porque sigue soltero. Se enamoró una vez, me lo llegó a contar pero así como se enamoró, sufrió mucho. Da la casualidad que no solo compartía con mi padre el gusto por la ropa, si no también por las mujeres, al parecer se había enamorado de mi madre, los dos hombres estaban locos por esa mujer, pero ella solo estaba enamorada de uno, y es obvio que mi tío terminó con el corazón roto. A pesar de ese incidente él y mi padre jamás pelearon, a veces me pregunto cómo mi madre sabía reconocerlos, llegue a pensar que tenía un don, ya que solo mi abuela y ella sabían reconocer a esos dos.

Y otra duda que tengo es, ¿por qué no tengo hermanos? Soy hija única a pesar de provenir de un gemelo, pero en fin solo dios sabe.

Entró en la cocina y veo la espalda de mi tío, que al sentir una presencia se da la vuelta.

– Hola cariño, ya está tu desayuno – Me pasa un plato con huevos y tocino, mientras yo trato de pensar un plan para no ir al instituto.

– Es un día precioso, ¿no crees cielo? – dice al cabo de un rato, y ahí damas y caballeros es mi oportunidad.

– ¡Claro! Tío es un día ¡precioso!, ¿no crees que deberíamos salir? Tomar el sol, ya sabes aprovechar el día, es más que guapo te ves hoy en serio, me sorprende que no salgas con alguien – le digo a la mar de contenta.

– Gracias cariño es la genética, pero no creas que me engañas jovencita vas a ir al instituto y punto final – dice con esa voz autoritaria que me trae recuerdos.

– Valía la pena intentarlo – digo sin esconder mi malestar – Tío no quiero ir, podría hacer aquí en casa el instituto, muchos terminan sus estudios por internet.

– Claro que no – dice – Tienes que ir a la escuela cariño debes de tener una vida normal y de eso me encargo yo.

Me cago en la... – Está bien – me rindo ya que ese hombre no quiere cooperar conmigo.

Jamás me sentí cómoda en la escuela, sentía que me miraban. Que podían ver en mi interior, y creó que no será la excepción ahora.

– ¡Pero! Si me hacen bullying y terminó escapando con el primer motero que pase por ahí y comiendo ositos panda de por vida será culpa tuya – le digo lo más seria que puedo llegar a ser, además de que es cierto lo de los ositos, son mi debilidad.

– Cielo nadie te hará nada, deja de decir locuras – me dice el muy mundano, se que se quiere reír pero sabe que no debe.

– Eso dices – lo miro con mala cara – ¡Bien! No pasa nada , haré como que no existo y así pasó desapercibida.

Ahora él me mira con mala cara – Cariño si alguien te hace daño no dudes en decirme, estoy para ti mi niña.

Mi niña.

Mi padre.

Cambio su cara en el momento en que se dio cuenta que ese apodo cariñoso me trae recuerdos

– Cariño, lo siento. No era mi intención – viene hacia mí y me abraza muy fuerte.

Y ya estoy llorando, no puede ser, me prometí no llorar. ¡Vamos mujer!, ¡Contrólate!

– Tío... tío jad, no... no pasa nada – me limpio las mejillas llevando todo rastro de lágrimas – Estoy bien no te preocupes en serio, hace mucho que no me llaman así.

Y tengo ganas de llorar otra vez, ¡dios! ¿¡porque yo!? Hazme fuerte como a Patch – Pero estoy bien, es mas ya es tarde, me tengo que ir.

– Está bien cariño ve y cuídate por favor – dice al tiempo que me sonríe.

– Tío, solo a ti se te ocurre inscribirme a un instituto que está a tres cuadras de casa – ahora si no se aguanta y estalla en risas.

– Te quiero lo más cerca que pueda cariño – hasta le salen lágrimas al mundano, familia tenía que ser. Pero así lo quiero.

– Bien, me voy, yo preocupándome porque no me hagan bullying en el instituto cuando aquí me lo dan gratis.

Me da un beso en la frente y me deja ir – Te estaré esperando para que me digas que tal tu día – me dice.

– Si claro – le sonrió – Gracias por todo tío Jad, en serio.

Me devuelve la sonrisa y salgo de casa. Y se me cae el alma en cuanto salgo. Dios agarrame confesada. ¿Y si no le caigo bien a nadie? ¡No!, tengo que ser optimista.

¿Te comerán viva lo sabes?

Si lo se, no quiero ser comida de adolescentes, pero lo haré y saldré bien de esta etapa... lo intentaré al menos.

Completamente MíaWhere stories live. Discover now