|19| Maratón 1/2: Esto ya es más que casualidad, ¿Verdad?

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Más de dos semanas pasaron, la rubia ya se sentía inquieta ¡¿Qué pasaba que no veía a los vampiros?! ¡No sabía nada de ellos! Ni siquiera había vuelto a ver a Subaru. Se sentía más que intranquila, ¡Eso ya era muy raro!.

Suspiró, al menos en ese tiempo pudo empezar profundizar su amistad con Adam, aunque no lo veía desde anteayer. Luego de la conversación que habían tenido hace ya una semana no volvieron a profundizar mucho en sus vidas, aún así fue muy entretenido el tiempo que pasaron juntos.

Prácticamente sus semanas se resumieron en esto: tres días a la semana Adam fue al hospital durante la tarde, por lo que se lo encontraba en la cafetería a la hora de la merienda —ya que él iba a por un aperitivo— y pasaron las tardes juntos hasta que oscurecía.

En sus pequeños encuentros descubrió un poco de los gustos de él: al chico le gustaban las cosas agridulces o saladas, no rechazaba los dulces pero tenía su preferencia por las primeras. Otra cosa que notó es que usaba mucho su celular, pero cuando estaba con ella lo dejaba de lado. «“si cuando yo te hablo me escuchas, como mínimo debería devolverte el mismo trato”» confesó él una vez cuando hablaban de la tecnología; aunque claro, Yui estaba muy desactualizada en ese sentido.

En todos sus encuentros ella permaneció con el barbijo y no consumió nada en su presencia, tenía pánico a contagiarlo. El pelinegro le preguntó varias veces por qué no se lo sacaba, ella seguía insistiendo que era por prevención, pero Yui estaba desconcertada: Si tenía vestimenta de paciente y usaba un barbijo ¿No sospechaba nada de que tenía algo grave o contagioso?. O el chico era muy distraído, o tal vez no le interesaba el tema, o simplemente sonó más convincente de lo que creía.

Ya lo conocía hace cuanto... ¿10 días? No era mucho, pero se sentía a gusto con su presencia, tal vez no al punto de decidir formar una familia con él, pero si tenía pinta de que sería un buen amigo.

«Debe de ser obvio, lo conozco hace muy poco; tal vez con el tiempo nos volvamos más cercanos» Pensó y suspiró «Que incómodo es saber cómo van a terminar las cosas».

Vió la hora. No estaba segura de si ese día iría Adam, por lo que tenía entendido no, igual quería bajar a por algo de comer; si no iba incluso podría comer tranquila. Se puso unas pantuflas, un suéter y salió de la habitación para luego bajar hasta el hall de entrada e ir hasta la cafetería. Se pidió un café y uno de esos sándwiches agridulces que se pedía el pelinegro.

— ¿Es lo que generalmente pide tu amigo, no? — le dijo el chico que atendía, ya había hablado un par de veces con él.

— Ah si, quiero saber qué gusto tiene.

Las veces que le había ofrecido ella se negó, ¡Mira si lo contagiaba por la saliva! No se queria arriesgar a nada.

Al margen, si lo pensaba: nunca supo el motivo por el que él visita con frecuencia el hospital, ¡Y eso la mataba!, maldita curiosidad. Tan ensimismada estaba en sus pensamientos que no notó cuando alguien se posicionó detrás de ella.

— Así que al final te ganó la curiosidad — dijo una voz conocida para ella.

—¡¿Adam?! — no pudo evitar chillar ella del susto —. N-No sabía que venías hoy.

— Quien sabe, tenía ganas— dijo alzando los hombros, la miró sonriendo—. Por fin sin barbijo —Yui se tocó por reflejo la boca, al no sentirlo se levantó el cuello del suéter hasta la nariz para cubrirse y se volteó—. Bueno, hablé muy pronto... Lo mismo que pidió ella —le dijo al empleado.

¿Quién es él?「Yui Komori」#DRE1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora