|18| El día siempre puede mejorar

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El peliblanco luego de terminar su conversación salió de la habitación de Yui, notando que cuando se acercó a la puerta once presencias desaparecieron repentinamente, lo ingnoró.

La rubia se quedó pensando un rato ¿Qué harían los chicos ahora? Realmente temía por la vida de Adam, ¿Y si lo acorralaban? ¿Y si lo torturaban?... Realmente se sentía una estúpida por haberse metido con él, ahora lo puso en peligro.

El doctor Reinhart interrumpió sus pensamientos, y al notar que no llevaba el suero la sermoneó un rato por lo irresponsable que fue al sacarselo en su situación; también la reprendió por haber salido de la habitación recordándole un detalle muy importante.

—Señorita, recuerde que usted está internada y aislada por su enfermedad altamente contagiosa; ni siquiera debería ver a sus acompañantes... pero parece que ellos son un caso a parte.

Yui estaba de piedra ¡¿Cómo había olvidado eso tan importante?! ¡Fue una irresponsable total! ¡¿Y si contagió a Adam?! ¡Si fue así realmente el pobre estaba en problemas!.

— S-Si se llegara a dar la casualidad que alguien con mi enfermedad haya comido con alguien pero de distintos platos... ¿También es contagiada esa persona? —preguntó temerosa.

Suspiró — Es probable, si —a Yui se le deformó el rostro por el terror—. Pero también puede que no haya pasado; habría que hacerle un examen a esa persona.

—... Sé que no es gratis pero... ¿Si le pido que le haga el examen lo antes posible al chico que estaba conmigo, lo haría? Use la cuenta del padre de los chicos, yo más tarde arreglaré con él —dijo arriesgándose, pero dejándose llevar por la desesperación del momento, además ¡No era su culpa no tener sus propio capital! Si tuviera dinero lo pagaría ella, pero como no era el caso...

Reinhart sonrió —. Lo haría, si; pero necesito saber el nombre de quien quiere que lo haga.

—... No sé el apellido... Pero se que se llama Adam —dijo apenada—, solo hablé una vez con él, y no quiero que por mi culpa el también sea portador de esa enfermedad.

—No puedo hacer mucho con solo el nombre — dijo sincero— Lo encontraste dentro del hospital, ¿No es así? —Yui asintió—, entonces debe de estar en el registro de los pacientes que concurrieron hoy, veré si puedo localizarlo... Pero si llega a haber más de una persona con ese nombre le mostraré fotos para que lo reconozca.

—De acuerdo — le respondió, el doctor estaba por salir de la habitación.

—Una cosa más. No puedo obligarlo a que se haga dicho examen... Por lo que si se niega no voy a poder hacer nada — dijo y se retiró.

Yui se quedó callada pensando y rogándole a Dios que no haya contagiado a Adam, era lo último que quería.

— No le va a pasar nada, no puedo tener tanta mala suerte...

(. . .)

Dos días habían pasado, no salió de su cuarto ni recibió visita alguna en ese tiempo, no volvió a ver a Reinhart después de su conversación y eso la inquietaba; además le aterraba que ninguno de los chicos haya ido a hablar con ella sobre el tema del pelinegro.

Hablando de él.

¿Como estaría? ¿Se habrá hecho la prueba? Ojalá que si.

& Señorita Komori — dijo entrando el doctor de bata blanca —,vengo con noticias buenas y malas.

—...¿Podría empezar por las buenas? - le dijo.

— De acuerdo, la buena noticia es que su tratamiento va muy bien, el medicamento que me dió su apoderado hizo que la mejora que esperaba que tenga en cuatro meses la logró en este poco tiempo que se lo administré — dijo sonriendo —, asíque si todo marcha igual podrá irse dentro de no mucho.

¿Quién es él?「Yui Komori」#DRE1Where stories live. Discover now