|24| ¡A esta altura debemos ser más que amigos!

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El calor del proximo día despertó a Yui, le sorprendió encontrarse en la habitación que estaba usando, lo último que había sabido es que se quedó dormida en el sillón. Se levantó y vió que estaba con la misma vestimenta que el día anterior, asique tomó otra muda de ropa y se fue a duchar.

Al terminar notó que eran las 5:00 de la mañana, asique supuso que Adam estaría durmiendo como ella lo debería de estar haciendo. Su estómago gruñó, la verdad es que tenía un poco de hambre que le provocaba malestar. Bajó de forma sigilosa a la cocina luego de dejar su ropa usada en la habitación, estaba por prepararse algo hasta que vió un tazón con arroz y un acompañamiento de carne envuelto en un film transparente en el refrigerador; esa era seguro la comida que no consumió el día anterior, además tenía una nota con su nombre.

Retiró el film y lo puso en el microondas a que se caliente. Observó por la ventana, el cielo comenzaba a iluminarse de a poco. Pensó que sería agradable comer con una vista así, por lo que al finalizarse de calentar el plato fue hacia la primer planta y se dirigió a la sala de estar que tenían ahí, la misma tenía un balcón con vista a la playa.

No se sentó en las sillas que se encontraban allí, prefirió recostarse contra la pared a observar mientras pensaba. Hoy era su último día allí, tendría que volver a su rutina en el hospital ese mismo día a la noche...

Ahora que lo pensaba: se había fugado del hospital sin dar aviso previo, al principio iba a ser solo unas horas, pero al final termino siendo dos noches. Era probable que cuando volviera tuviera un gran reproche por parte de Reinhart, pero tendría razón, había desaparecido de forma inesperada.

Suspiró y tanteó su bolsillo preguntándose donde podría estar su teléfono, no lo usaba desde que llegó allí, asíque seguramente no tendría carga. Terminó de comer y luego de un rato escuchó su teléfono sonar. Le extrañó, solo dos personas tenian su número. Tal vez era Subaru.

Se levantó y siguió de forma rápida su sonido por la casa, llegando a encontrarlo en la sala de la planta baja enchufado a un cargador. Desbloqueó la pantalla y observó un número desconocido.

—¿Diga? —contestó mientras caminaba de vuelta al balcón. No escuchó respuesta, miró la pantalla, estuvo a punto de cortar pero la voz la detuvo.

No cortes la llamada —hizo una pausa, la rubia no reconocía esa voz—, sal al balcón y cierra la ventana.

Yui se quedó petrificada en su lugar, inmóvil.

¿Qué esperas? Hazlo.

Luego de debatirse a paso pausado se dirigió a donde le dijo, no sin antes mirar hacia los costados con precaución. Escuchó un ruido a sus espaldas, provocando que el pánico corra por sus venas.

Ni se te ocurra gritar —la advirtió—. No mires atrás, sigue adelante.

Temblando como una hoja Yui siguió sus indicaciones. Estaba desconcertada, ¿Quién era esa persona?

Veo que la estás pasando bien con tu noviesitole dijo con sorna a través de la línea.

—¿Q-Que quieres?

Oh, nada en particular, solo quiero que sepas que estás bajo vigilancia y sigues advertida: no se detendrán hasta que vuelvas con ellos —hizo una pausa—; y te aseguro que si pudieran vendrían ellos mismos por ti.

—¿Qué papel j-juegas en todo esto?

Solo soy un mensajero —dijo, y pudo jurar que sonreía—. Te recomiendo que por voluntad propia dejes al chico, no querrás que sufra las consecuencias. Tienes dos días, te dejaré pensarlo, no sabrás nada más de mi porque ellos volverán para arreglar los asuntos que tienen contigo.

¿Quién es él?「Yui Komori」#DRE1Where stories live. Discover now