|Epílogo| Esto no se quedará así

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Los tres clanes se encontraban de vuelta al mundo humano, el fundador en esos meses había sido asistido con un tratamiento que de momento resultaba efectivo y progresando, por lo que ya no era necesario que permanecieran en el Makai.

Todos los presentes estaban al tanto de la situación de la rubia, sus mejoras y su acercamiento con la escoria humana; les hervía la sangre de solo pensarlo, pero no pudieron haber hecho mucho estando tan lejos. Estaban emocionados, por lo que les había informado un familiar, ella —luego de la fuga de dos días que se dió— había vuelto al hospital y la habían dado de alta pero bajo seguimiento. Lo último que supieron era que tomó la limusina rumbo a la mansión el día anterior, asíque era probable que los recibiría.

¿Como se encontrará ella? Seguro estaba igual de bella que siempre, con su hermosa sonrisa que los recibiría después del largo tiempo que estuvo sin verlos.

El tiempo hasta llegar se les hizo eterno, pero nadie lo demostró siquiera en una mueca; continuaban serenos como siempre. Salieron de la limusina y se entraron a la mansión.

Había algo raro, la fragancia de la humana era muy sutil y débil; tampoco sentían cercana su presencia. ¿Para qué negarlo? Eso alarmó a la mayoría.

Se teletransportaron al cuarto de Yui, estaban los cosméticos intactos y todo seguía en su lugar, por lo menos lo que estaba a la vista; pero lo sentían vacío. Laito se acercó a la cajonera donde ella guardaba sus paños menores y calcetas, y grande fue su sorpresa al no ver absolutamente nada.

—No está su ropa —afirmó sorprendido el castaño. Subaru suspiró y se apoyó contra la pared, sabía lo que significaba eso.

Ayato abrió el armario donde usualmente guardaba sus vestidos; estaba en el mismo estado: vacío.

Confundidos se miraron entre sí, comenzando a buscar alguna señal o algo.

—Miren esto... —comenzó Kou, que estaba junto a la cama. Shin se acercó y tomó el pequeño papel doblado que solo contenía dos palabras.

Dos palabras, dos palabras con muchos significados, con muchas emociones y sentimientos.

Hasta siempre


Shin pateó el mueble frustrado, su hermano tomó la nota y en voz alta leyó su contenido. Decir que estaban impresionados era poco.

¿Cómo que “Hasta siempre”? ¿Se estaba despidiendo?¿Se fue? ¡¿Los había abandonado?! ¡Seguro fue influenciada por el maldito humano! La engatuzó y la puso en su contra.

Ese maldito bastardo.

Ayato miró a Subaru, y al verlo tan tranquilo su ira aumentó.

—¡¿Tú sabías sobre esto?! — gritó arisco tomándolo del cuello de la chaqueta. El albino lo miró desinteresado—. ¡Responde Subaru! ¡¿A dónde fue?!

—No lo sé —respondió gélido agarrando la mano que lo sostenía y alejandola.

—Si sabes algo, dilo —intervino Reiji.

—No sé nada —reafirmó y desapareció.

¡Maldita sea! Ella sabía que si se iba podrían hacerle algo al humano, ¡Pero no se esperaban que se arriesgara! Creían que no haría nada, por miedo, como siempre. Nos les quedaba duda, era más que obvio que fue influenciada, ella no era así. El maldito seguro le lavó la cabeza.

Ellos no se quedarían de brazos cruzados.

Ella era solo suya.

Eran vampiros, tenían ventaja sobre él: su naturaleza era seductora, perfecta para atraer a sus presas; y ella no sería la escepción.

—Esto no se quedará así, hasta que no tenga a Yui de vuelta y la cabeza de ese maldito en mis manos no me detendré.

Estaban decididos, no se detendrían por nada.

«Qué comience la caza del bastardo, y la reconquista del corazón de Yui»

Oh, pero ese solo fue el final de su principio; les quedaba un largo camino por delante.

|Fin|

Alyss0603

¿Quién es él?「Yui Komori」#DRE1Where stories live. Discover now