|5| "Aun si fuera el caso, tienes mi apoyo"

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Pasados más días Yui decidió que fuera de las advertencias (ya que luego de la discusión con los vampiros dejó de ir al instituto por petición de los mismos) seguiría concurriendo a sus obligaciones porque sino perdería el año. Obviamente las tres familias se negaron al principio, pero al escuchar sus fundamentos sobre la responsabilidad Reiji y Ruki debieron aceptar. Yui estaba feliz de poder reintegrarse en sus actividades cotidianas, ya que últimamente se estaba volviendo un poco sedentaria y le costaba conciliar el sueño durante el día.

El ambiente ya estaba más tranquilo en la relación vampiro-presa, volvieron a alimentarse de ella como solían hacerlo, y aunque actuaban tomando cierta distancia no retomaron el tema del futuro de la rubia, dejándolo en el "olvido".

Como era costumbre cada familia se dirigió en su propia limusina para dirigirse al instituto, la humana podía elegir con cual ir aunque sabía que tendría que ir rotando por todas para no generar más conflictos. Ese día había decidido ir con los Mukami (por insistencia del Idol rubio); no se negó porque su propuesta había logrado que no tenga que tomar esa pequeña decisión por voluntad propia, podía tranquilamente decir que la habían insitado a ir con ellos. Para sorpresa de la rubia el camino no fue en silencio como solía ser, Kou, Yuma y Azusa habían intentado entablar conversaciones sobre temas triviales con la rubia en distintas oportunidades, cosa que le pareció extraña ya que en algunas oportunidades hasta Ruki participaba... Pero lo dejó pasar.

«Seguramente le prestaban atención para luego poder burlarse de ella»

Pero quiso aprovechar ese agradable momento por más de que pronto fuera a terminar, uno nunca sabe cuando podría cambiar el humor de esos cambiantes vampiros y ella terminar en el suelo rogando por qué la dejen ir.

Cuando llegaron al instituto fueron cada uno a sus respectivas clases, al ingresar a su salón la joven se cruzó con los dos trillizos menores. La miraron extrañados, se la veía particularmente alegre.

—¿Por qué tienes esa sonrisa tonta, Chichinashi? —le preguntó Ayato tomándola por sorpresa, no se había inmutado que estaba sonriendo por lo que borró su mueca al instante.

—Por nada, Ayato-kun —respondió rápidamente para volver a sonreirle, pero esta vez de una forma distinta y sin emoción.

El peli morado y el peli rojo se miraron frunciendo el ceño, sabía que mentía ¿Es que acaso los Mukami habían tomado ventaja sobre ellos?

—¿Pasó algo Yui-san? —consultó ahora Kanato, interesado por lo que hubieran hecho los impuros para mejorar su humor.

—Para nada —dijo tomando asiento y colocando su bolso a un costado de la mesa.

Miró el reloj de pared, como todavía era muy pronto para el inicio de actividades solo sacó sus libros que le correspondan para la próxima asignatura. Luego recostó la cabeza sobre su pupitre, cerrando sus ojos mientras divagaba en sus pensamientos sin esperar quedarse dormida; después de todo llevaba demasiadas noches de insomnio.


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¿Quién es él?「Yui Komori」#DRE1Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz