De bodas a pañales (CORREGIDO)

Hermoso

Estamos corriendo tan rápido
Y nunca miramos atrás
Y cualquier cosa que me falte, tu la haces
Hacemos realmente un buen equipo
Y a pesar de que no todos lo notan
Tenemos esta loca química
entre nosotros

(...)

Creando nuevos clichés en nuestro propio pequeño tour
Arranquemos

No tienes que decir te amo para decir te amo
Olvida todas las estrellas fugaces y las lunas plateadas
Hemos estado creando sombras purpuras con rojo y azul
Repugnante dulce como la miel, no necesitamos dinero
Todo lo que necesito eres tu
Todo lo que necesito eres tu

Intentamos quedarnos hasta tarde
Pero ambos somos peso ligero
Yeah, bajamos nuestras caras, fácilmente
Y llevamos las bromas muy lejos
Y a veces vivimos muy fuerte
Somos como dos mitades de un corazón

For Him- Trote Sivan

—¿Qué quieres desayunar? —preguntó Taiga con una sonrisa al ver como Tetsuya recargaba su peso contra una pared, casi quedándose dormido.

—Leche con cereal. —respondió el otro cerrando los ojos y soltando un tierno bostezo, el cuál contagió al más alto.

—¿Solo eso?

­-—Si, por favor. —Taiga sacó la leche y la caja de cereal.

Lo dividió en porciones iguales en dos platos hondos y ambos se sentaron a comer en el pequeño desayunador.

Ese día no tenían realmente nada que hacer, hacía mucho frío y aún era temprano. Por lo que al terminar recogieron todo y se dedicaron a recostarse ambos en el sofá. Estaban viendo un programa de chismes, esos que las mamás cotillas veían para informarse de los secretos de las celebridades. Ninguno le estaba prestando la atención debida al programa y eso se confirmó cuando Kuroko comenzó a cabecear, terminando dormido con su cabeza sobre el hombro de Kagami.

Taiga al notarlo bajo todo el volumen del televisor y acomodó mejor a Tetsuya, los cabellos azules del más pequeño le provocaban cosquillas en el cuello y mejilla. Sin notarlo se encontró mirando fijamente al pálido peli azul, memorizado cada uno de sus finos y delicados rasgos, labios rositas, piel pálida y de aspecto suave y liso, pestañas largas y frondosas. Todo en Tetsuya le parecía hermoso, perfecto, cada uno de sus defectos eran defectuosamente perfectos.

—Eres hermoso. —susurró suavemente, pasando uno de sus dedos por la mejilla regordeta, pudiendo comprobar que la piel de Tetsuya era tersa

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—Estoy aburrido. —se quejó el trigueño estirando sus largas piernas después de estar sentado tanto tiempo.

—¿Quieres bañar a Nigou? —sugirió el más bajo.

—¿Eh?

—Hace mucho tiempo no le doy un baño. Pero si no quieres está bien. —Kagami sonrió ampliamente.

—Sería un placer darle un baño el señorito Nigou.

—¡Sí!, vamos. Esto tomará tiempo.

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