De bodas a pañales (CORREGIDO)

Mi todo

Todo cambio cuando te vi, de blanco y negro a color me convertí. 
Y fue tan facil quererte tanto, algo que no imaginaba 
fue entregarte mi amor con una mirada.
Todo tembló dentro de mi,
el universo escribio que fueras para mi y fue tan facil quererte tanto 
algo que no imaginaba 
fue perderme en tu amor simplemente paso y todo tuyo ya soy.

Camila- Todo cambio

(10 semanas de embarazo)

—Ya podrás apreciar sus rasgos faciales y, si miras de cerca, incluso podrás ver detalles como las uñas de sus pies. De hecho, en este momento el bebé ya es capaz de doblar ligeramente sus miembros e incluso flexionar las muñecas. Sus piernas ya han crecido y pueden llegar a cubrir la parte anterior del cuerpo.

» En esta semana el contorno de la columna es perfectamente visible e incluso se puede apreciar cómo los nervios espinales comienzan a salir. Por el momento su frente presenta un aspecto muy hinchado ya que el cerebro está en pleno desarrollo.

» A estas alturas el bebé ya es capaz de tragar y de vez en cuando lo hace por lo que beberá líquido amniótico, probablemente dentro de unas semanas podrás sentir si el bebé tiene hipo —el obstetra me explico mientras apuntaba con un dedo la pequeña pantalla en blanco y negro. Yo asentí emocionado al saber que mi bebé ya estaba más grande.

—¿Quiere decir que mi bebé está bien?

—Algo así, en esta semana ya hay menos riesgos de que el bebé desarrolle una anomalía congénita porque la fase más crítica del desarrollo ha quedado atrás. No obstante, eso no implica que debas bajar la guardia ya que aún estará expuesto a los efectos de las sustancias tóxicas y siempre existe la posibilidad de que éstas provoquen malformaciones. —volví a asentir, al menos mi bebé ya estaba fuera de un riesgo, por mínimo que fuera me hacía completamente feliz—. puedes ir a cambiarte y cuando vuelvas hablaremos.

El hombre limpio el gel de mi vientre y bajo mi camisa, segundos después bajé de la camilla y me dirigí hacía el baño, en dónde me cambié de ropa. Entre a la sala de nuevo y me senté en una de las sillas frente al escritorio del doctor.

—¿Que síntomas haz experimentado? —me pregunto.

—Antojos por cosas muy extrañas y en especial por el hielo, también náuseas y vómitos por las mañanas y noches, también me siento un poco fatigado.

—Los malestares que has sentido estas primeras semanas de embarazo irán disminuyendo, si no es así debes tener paciencia porque se pasaran en los días que vienen. En esta etapa también estarás más sensible, puede que llores con más facilidad con cosas que antes no te emocionaban tanto, es algo normal, esto es por los cambios hormonales que estás sufriendo.

—Okay, pero también tengo otra duda. Hace unos días estuve viendo fotos de embarazos y me di cuenta que mi vientre no ha crecido. —le comenté con una sonrisa algo parecida a una mueca de preocupación.

—Aunque no lo creas tu bebé crece cada día más, quizás tu barriga no ha aumentado y pareciera que no estás embarazado, pero no te preocupes porque él está ahí. No desesperes, tu vientre a partir de esta semana o la próxima comenzará a crecer. Bueno esto no es 100% seguro, todo depende del cuerpo. Pero en casi todos los casos el vientre comienza a crecer desde este punto.

Sonreí emocionado, quería que mi vientre creciera y se viera prominente y hermoso, justo como en aquellas fotos que había visto hace tiempo. Donde se podía ver a la madre con un brillo especial al tocar su vientre.

—Te daré unas recomendaciones. Tienes que comenzar a usar ropa menos ajustada. Yo siempre le recomiendo a mis pacientes usar pantalones de banda elástica para que puedan ajustarlos y usarlos por más tiempo. Durante esta semana caminar y nadar serán excelentes actividades que te darán resistencia y mejorarán tu tono muscular. Además, te ayudarán a aliviar la tensión y a hacer que los cambios de humor sean menos acuciados.

—Genial, ¿Es todo?

—Sí, es todo. También haz una cita dentro de tres semanas con la recepcionista.

Le di gracias al obstetra y salí del consultorio. Programé la cita dentro de tres semanas con la amable mujer y volví a mi departamento, feliz de poder estar seguro del bienestar de mi bebé. No podía no evitar sentirme emocionado al pensar que dentro de unos meses sería capaz de tenerlo o tenerla entre mis brazos.

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Observé atentamente a todos los pequeños jugar en el parque, tan felices y energéticos, corriendo de un lado a otro sin parar o sin cansarse. No puede evitar imaginar a mi hijo así en unos años. Inconsciente bajé mis manos hacía mi vientre y lo rodeé con una y con la otra me dediqué a acariciarlo.

—Bebe, puede que tu padre no esté contigo, pero yo siempre estaré ahí para ti, nunca me apartaré de tu lado porque te convertiste en mi claridad en toda está oscuridad, te quiero mucho. No sabes lo mucho que me duele ver a tu padre, pero él está con otra mujer y es feliz con ella. Sé que talvez no entiendas porque hago esto, pero es por tu bien. Te amo, eres mi todo.