—Vale, creo que necesitamos hacer las compras.

—Estoy de acuerdo.

Pero nadie dijo que hacer el súper sería tan loco junto a Tetsuya.

°°°°°

—¡Tocino! y, y, y ¡macarrones! Oh ¡mire! Ahí hay fideos, necesitamos fideos. ¡Helado y leche! para hacer malteada de vainilla. ¿Ocuparemos más tocino? Quiero hacer huevo con tocino. —gritó el peli azul corriendo de un lado a otro por los pasillos, matando de risa a Taiga al verlo tan emocionado.

—Para, para, tranquilo. ¿Nunca ha hecho el súper? — el más bajo se sonrojo y bajo la mirada. ¿Qué carajo le pasaba? Él no era así, no se sonrojaba tan fácilmente. Mierda, Kagami lo estaba afectando severamente.

—Hace mucho no hago las compras. A veces estoy muy ocupado y Kise-kun me ayuda con eso.

—Oh, bueno, en ese caso compremos más. —río el pelirrojo.

—Además, también tengo que aprovechar ya que usted pagará. —dijo el más bajo con una sonrisa traviesa y saliendo del rango de vista del pelirrojo.

—¡Kuroko!

Terminaron comprando muchas cosas, galletas, dulces, leche, huevo, jamón, arroz, queso, agua, jugo, café, azúcar, frutas, vainilla y hielo, aunque si no fuera por Taiga, Tetsuya solo hubiera comprado chucherías. Se formaron en la fila de la caja para pagar por los alimentos. Los dos se encontraban en un silencio confortable hasta que el peliazul encontró algo maravilloso, casi era como el mismísimo alimento de los dioses.

—¡Pepinillos! y ¡vinagre! —gritó y se fue corriendo hacia los alimentos posados en una estantería, extrañamente juntos. Minutos después Kuroko regresó abrazando con fuerza los objetos, como si de tesoros se tratara.

—¿Sigues con eso de pepinillos en vinagre? —dijo asqueado el más alto. El peli azul asintió efusivamente.

—Son de-li-cio-sos. Deberías probarlos.

—No gracias, puedo continuar con mi vida sin comerlos. —el silencio volvió a gobernar, pero nuevamente el peli azul se encargó de romperlo.

— Kagami-kun.

—¿Si?

—Compremos chocolate.

—¿Para qué?

—Quiero tocino cubierto de chocolate. —respondió el más bajo con una sonrisa.

—Eww, ay Dios mío.

—Ay Dios mío en efecto Kagami-kun. Creo que será delicioso probarlo.

°°°°°

Cocinar junto a Satsuki nunca había sido posible, la peli rosa siempre llegaba tarde, no le gustaba la cocina y no era buena en ello. Por lo tanto, el pelirrojo siempre cocino solo, y vaya que se llevó una sorpresa cuando Tetsuya se ofreció para ayudarlo a cocinar.

Risas y peleas infantiles fue lo que gobernó la casa por todo el tiempo que duraron "cocinando". Su pelea terminó en un desastre en la cocina, pero en compensación la comida preparada se veía para chuparse los dedos.

Al final Taiga tuvo que preparar los pepinillos en vinagre y el tocino cubierto en chocolate. Con mucho asco, pero lo hizo. Por suerte todo rastro de asco se fue al ver a Tetsuya tan feliz al comenzar a devorar la comida.

—Todo quedó maravilloso y delicioso. Cocina muy bien Kagami-kun. — exclamó el peli azul al acabar su comida.

—Me alegra que te gustará, al parecer somos un buen equipo en la cocina. —respondió Taiga.

—Creo que también seremos un buen equipo limpiando la cocina.

—Eso esperó, somos mejores en estéreo— afirmo el trigueño.

—¿Estéreo?

—Estando juntos y trabajando unidos.

Un silencio algo incómodo se formó hasta que con un suspiro el más alto volvió a hablar.

—Kuroko, no hablamos nunca de aquella noche, ya que nunca surgió el tema y...— el pelirrojo fue interrumpido.

—No se preocupe Kagami-kun, yo no diré nada, por el bien de la relación de Momoi-san y usted. No quiero ser el culpable de su separación o una pelea.

—Pero...— nuevamente el más alto fue interrumpido.

—Se lo juro. Mi boca es una tumba. Eso quedó en el pasado.

°°°°°

La pareja veía cómodamente un programa de comedia en la sala mientras comían palomitas de maíz felizmente.

— Kagami-kun ¿Puedo hacerle una pregunta? —inquirió Kuroko cuando un anuncio interrumpió el programa.

—Claro.

— En dos días tendré una reunión con mis amigos aquí y me preguntaba si usted ¿quisiera asistir? —preguntó.

—Claro, aunque ese día vendrá Satsuki. ¿no es problema?

—Oh, no, claro que no. Ustedes dos están cordialmente invitados. — sonrió Kuroko.

—Me alegra. Te ayudaré con tu reunión.

—Genial.

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¡Hola!

Lamento no haber publicado, es que fui a ver el concierto de Exo y no podía salir de mi estado de shock.

Besos~

De bodas a pañales (CORREGIDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora