Capítulo 48. "Anuncio"

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♦ "Anuncio"

Despierto con un jadeo antes de terriblemente fruncir el ceño. ¿Qué mierda? ¿Era un sueño? No, todo parecía realmente real así que no lo era. Pero miro abajo hacia la cama percatándome de que traigo la ropa de la noche anterior y de que yo no me he movido de aquí. 

Me siento ligeramente en el colchón poniendo ambas manos a los lados de mi cuello, arrugo la frente por tal confusión. Un líquido baña mi mano izquierda, toco ligeramente ese lado del  cuello antes de gemir por el dolor. Sangre, era sangre. Giro mi cabeza hacia la almohada en donde he dormido y me percato de que esta de un color rojo fuerte. Mi sangre. No puede ser. No puedo simplemente lastimarme el cuello y sangrar.

Me planto en mis pies y me mantengo en guardia de lo que sigue después. Corro dirigiéndome al armario y abro la puerta con un azote feroz. Saco de allí dos armas una colocándola en la cinturilla de mis pantalones y la siguiente en la mano.

Bajo rápido las escaleras intentando no caer. Me detengo abruptamente mirando la puerta de entrada que está abierta de par en par. Alguien ha entrado.

Alzo el arma apuntando a toda dirección, pero aquí no hay nadie. No es hasta que miro el suelo que me doy cuenta que pequeñas gotas de mi sangre caen al piso, pero en él ya hay mas gotas, gotas secas de mi sangre como si yo ya hubiera estado aquí. El rastro va desde la puerta principal hasta las escaleras y luego sigue con destino a la habitación en donde estaba.

No había soñado nada.

 Alguien me había golpeado la cabeza estando de espaldas y me habían traído de regreso aquí. Posiblemente fue Daniel. Joder, seguía vivo. Él me había mentido, ¿cierto? Maldito cabrón, ¿cómo se atreve? 

Tenía ganas de estrangularlo con mis propias manos.

No mentí. Tú confiaste.

Lo que había dicho me repetía una y otra vez en mi cabeza y aunque no quisiera aceptarlo era verdad. Yo había ido como una completa ilusa, como una completa idiota siguiendo sus pasos, creyendo sus palabras y alabando lo que hacía. Pero, ¿cómo saber en quien confiar? ¿Y si no era del todo malo? ¿Tal vez solo estaba ayudándome? ¿Estaba despistándome? Y la verdadera pregunta era: ¿Por qué?

Camino hasta salir de la casa y pararme en el porche. Miro a los alrededores y observo las marcas en el pavimento de las llantas de los autos de policía. 

Podía ser que Daniel allá avisado a la policía en donde estaba, pero entonces por qué había carteles de él siendo buscado. Algo raro pasaba.

Una bala cae a un lado de mi pie astillando el suelo de madera. Busco el origen de donde vino, pero no logro ver nada y luego mas balas llegan. Corro, una vez más, hacia el lado izquierdo cubriéndome con los brazos mi cabeza y olvidándome por completo que tengo un arma en mano.

Llego a la esquina de la calle y continúo. ¿No podían simplemente dejarme en paz? Ah claro, por supuesto que no. Esto se trataba de joder a Elizabeth. Es como si tuviera un cartel pegado en mi frente que articula claramente "Moléstenme una y otra vez, por favor y gracias"  Me detengo en una intersección, miro por encima de mi hombro y la respiración se me atasca. 

Esa mujer. Podía irse al carajo.

Paso entre calles sin detenerme a pedir disculpas a las personas que golpeo. 

¿Por qué ella  venia sola? ¿Y si no lo hacía? ¿Cómo me había encontrado? A lo lejos dos de sus hombres miran en mi dirección y se en ese momento que no vino sola, porque no es tonta. Lanzo dos disparos al cielo y la gente que se atraviesa en mi camino se tira en el suelo con gritos de horror y sorpresa. Cuando el campo de visión queda despejado y veo a los dos hombres perfectamente, apunto hacia ellos disparándoles a una distancia concreta y cerca. Ellos caen, doy vuelta a la derecha y sigo corriendo sin sentido alguno. 

Iba a continuar y luchar, y seguir luchando, y seguir luchando porque de eso se trataba la mayor parte de mi vida y tiempo, siempre era escapar, luchar, correr e irte. Un día de estos no lo iba a lograr y lo sabía perfectamente así que tenía que darme prisa si quería sobrevivir, porque mi estilo de vida era de sobrevivencia.

Yo estaba en el lado malo de la vida, estaba en el lado de la vida en el que nadie quiere estar nunca. Creía que tenia a alguien de mi parte pero Daniel solo me demostró que no era cierto y que, me había engaño, no se puede confiar en nadie.

Juro que esta vez si iba a matarlo, nada ni nadie iba a impedírmelo. 

Caigo de panza al suelo con un peso arriba de mí, sé muy bien quién es. Ruedo para que la persona encima se quite y lucho con todo por conseguir aire.

Trastabillo y me levanto con dificultad para ver a Petra tirada en el suelo. Alzo el arma en su dirección, dispuesta a acabar con su vida, pero sé en ese momento que quiero que sufra como yo lo hice. Quiero que se arrepienta de todo lo que hizo y quiero que dolor sea lo único que sienta en los últimos momentos de su vida. 

Sé que si no tengo una oportunidad como esta nunca más voy a morir en el intento de matarla lo sé, voy a morir matándola así cueste lo que cueste. De algún modo si no vuelvo a tener esto entre manos voy a seguir y seguir hasta verla muerta.

Así que reteniendo mi impulso asesino le disparo en el hombro izquierdo y luego en la pierna derecha. Ella grita del dolor ya que la agarre desprevenida.

Huyo de la escena del crimen, huyo de toda esa calle, huyo para no mirar atrás de nuevo.

Me mantengo corriendo durante un par de minutos hasta que llego a la carretera principal.

Pongo las palmas de mis manos en mis rodillas. Hay un puente al frente de mí y de él cuelga una pantalla gigantesca en donde pasan las noticias.

Me pongo recta abruptamente porque mi fotografía aparece en las noticias y aun lado de ella la reportera con el mensaje:

"La Fugitiva Elizabeth Ellys que escapo de prisión hace aproximadamente 12 meses se ha hallado muerta entre el cruce de las calles Berne y San Francisco el día de hoy a las 12:24 p.m."

Oh, no. ¿Cómo que muerta? ¡¿Cómo que muerta?! Estaba aquí, ¿cierto? ¿Estaba aquí? Palmeo mi cuerpo una y otra vez para asegurarme de que estaba viva, pero era una tontería porque estaba viva y sea quien me haya reportado "muerta" estaba en un error.

Estaba muerta y ni siquiera lo sabía. Bueno, estaba muerta para los demás, pero seguía viva.

Eso hacia las cosas mucho más fáciles.

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Continuará...

Los y las invito a ver el tráiler de Fugitiva y la nueva descripción c:

FugitivaWhere stories live. Discover now