Capítulo XX Hormigas obreras

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—No-no se mueva, o disparo.

Esa voz...

Giro la cabeza lo suficiente para ver el rostro de la persona, —¿Dana...?

Ella parece estar sorprendida, enseguida baja la pistola y me abraza
—Es usted... Disculpa, no lo sabía...

—¿Estás sola? ¿Has visto a alguien más?

—Mis amigos están en la bodega buscando comida, yo me quedé a cuidar...

—Bien hecho —Pongo mi mano en su hombro, ella asiente y camino hasta el fina del local, dónde se encuentra la bodega.

El primero en verme es Emilio, —Oh, tú... ¿cómo era que te llamabas?

—Julia, ¿están todos bien?

Inspecciono con la vista el lugar, sólo están ellos cuatro.

Ceila se acerca —Dentro de lo que cabe, no había sentido un terremoto desde hace muchos años, ¿no fue extraño?

—¿Y las personas que venían con usted?—Pregunta Yesica con varios paquetes y botellas en las manos.

—Uno de ellos fue a buscarlos, quería usar las cocinas para hacerles entender donde estamos...

—Bueno, deberías intentar comer un poco antes, toma —Lanza una bolsa de galletas y una botella de agua —lo siento fue lo único que encontré. Intentemos tu idea.

Las guardo en mi mochila. Abro la botella y bebo —Muchas gracias.

***

—Bien, es cuestión de tiempo para que vengan, eso espero, aun así lo mas probable es que tengamos que pasar la noche aquí...—Digo sentándome en el suelo junto a Yesica.

—Seguro que saldrá bien, Julia.

—Ustedes...—Miro hacia donde están Ceila, Dana y Emilio conversando—¿Desde cuando se conocen?

Yesica sonríe, una sonrisa nostálgica —Yo y Dana somos amigas casi desde nacer, cuando esto comenzó ella y sus padres fueron quienes me ayudaron, al llegar a la comunidad conocí a Ceila y Emilio, estamos juntos desde entonces.

—¿Y sus padres...?—De repente, me doy cuenta que Emilio, Ceila, y Dana escuchan la conversación y se acercan, excepto Dana.

—Eso fue... —Yesica no parece encontrar las palabras.

—Yesica, —La llama Emilio —Ve con Dana.

Ella asiente y se aleja junto con ella, Emilio y Ceila se sientan a mi lado.

—Te dijimos que veníamos de la misma comunidad, ¿no?— Comienza a hablar Ceila —Pero no te hemos dicho, por que no estamos allá...

La miro inspirándole toda mi atención.

—Yo y Emilio llegamos ahí casi desde que comenzó, al principio solo era una granja y unas cuantas trailas*...

[Lamento interrumpir su lectura ;) Trailas, en mi país son casas móviles y se suelen ver en campos, playas o espacios abiertos, les dejo unas fotos para que puedan imaginarlas:

[Lamento interrumpir su lectura ;) Trailas, en mi país son casas móviles y se suelen ver en campos, playas o espacios abiertos, les dejo unas fotos para que puedan imaginarlas:

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