Capitulo XVIII Cuidado con la cabeza

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Una Julia en multimedia ;)

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En medio del caos, una sensación recorre mi cuerpo, una que no sentía desde hace mucho tiempo, tengo miedo....

No podía seguir solo con la navaja, saque mi arma que estaba en el cinturón de mi pantalón y no deje de disparar al igual que Marco, Carlos y Elizabeth quienes estaban mas cerca del auto, parecen estar rodeados, parece ser el fin...

No puedo acabar así...

Sonidos de balas lejanas se comienzan a escuchar, los infectados comienzan a caer, pero... ¿quién les esta disparando? No, no quien, quienes.

Poco a poco los muertos caen, aún quedan bastantes, las balas se me agotaron casi por completo y estoy segura que a los demás igual, decido seguir usando mi navaja.

Uno, dos, tres, cuando estoy por quitarle la navaja de la frente al cuarto, un zombie cae sobre mi, Derek esta demasiado ocupado con otros tres como para notarme.

Forcejeo pero el infectado también tira mordidas, de repente, de la frente del infectado, escurre un liquido parecido a la sangre, cae sobre mí ahora sin vida, no espero mucho, me levanto al instante manchada de "sangre".

—¿Estás bien? —Pregunta un chico alto de cabello rizado y barba un poco crecida.

—Sí... yo...— De la conmoción no logro articular palabra.

—¡Emilio! ¡Ayúdanos aquí!—Grita una chica de estatura baja desde donde está el auto, también hay otra chica más junto a ella ayudando a Elizabeth a ponerse de pie.

—Toma esto —Me entrega una pistola —¿Sabes usar...?—

—Sí. —Lo interrumpo.

Él asiente, recarga su pistola y continua disparando, otra chica más está con ellos, ella es un poco mas alta que la que llamó a "Emilio".

Por fin, todos los muertos caen. Gracias a nuestros... Salvadores.

***

—¿Quiénes son ellos...?—Pregunta Derek sacudiéndose el polvo del pantalón. Antes, un muerto cayó sobre el.

—¿Cómo voy a saberlo?—Respondo con un tono algo molesto, —Si tanto te interesa, averígualo tú mismo.

Parece sorprenderle mi forma de responder, para nada sumisa.
Decido alejarme de él, pero antes de dar mas de tres pasos, Derek me sostiene del brazo, —Dios, ¿qué quieres?—Pregunto fastidiada.

Con su vista señala su pie derecho, hay una mancha de sangre en él y difícilmente se apoya en el otro para estar de pie —¿Qué pasó...?

—Mientras estaba con los tres... Esas cosas —Señala a los infectados —La bala de alguien llegó a mi pie, además de matar a varios de esos.

Suspiro, —Ven, —Paso mi mano por su cintura y él recarga la suya en mi hombro, de esa manera lo ayudo a caminar —Camina despacio, con cuidado.

Así, llegamos hasta donde están los demás; Carlos, Marco, Elizabeth y esos tres desconocidos.

—Muchas gracias a los tres —Carlos toma la mano del chico.

—No se preocupen, justo ahora lo que más se necesita es cuidarnos de los muertos —Dice la chica más baja apoyando su codo en el hombro del chico.

Séptimo díaWhere stories live. Discover now