Capítulo 26: El tercer día de Harry y Ginny.

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-Bueno, lo que tu quieras...

El chico miró el cartel y pensó.

-Para cosas de terror ya tengo mi propia vida, para dramas...No, algo triste no, mejor la comedia.-Le dijo después haciendo reír a la chica.-Dame la mano.

La chica caminó con su novio, esperaron unos largos minutos hasta que la gente entró en el cine, el señor que cortaba las entradas también ingresó en la sala, Harry aprovechó esto y arrastró a su novia llevándola de la mano, el lugar solo contaba con unas luces bajas, se sentaron en la última fila que estaba vacía, siguieron con la capa puesta hasta que las luces se bajaron del todo, a la pelirroja se le escapó un grito ahogado cuando la sala quedó a oscuras. Harry estaba tan emocionado como un niño pequeño, era la primera vez que iba al cine y estaba feliz de compartir eso con su chica.

La película comenzó y Harry se quitó la capa, le tomó la mano a la chica y disfrutó con ella de la película, el muchacho se reía a carcajada limpia con las escenas de la película, Ginny no la entendía del todo, estaba muy asombrada viendo como la gente se movía en la pantalla, le recordaba a las fotos de su mundo.

El chico no pudo evitarlo y la miró, ella se veía bellísima en esa bruma oscura, sus ojos destellaban y él no evitó decir lo que sentía.

-Eres tan bella, Ginny.

La chica le respondió con una sonrisa, Harry llevó su mano al mentón de la chica y la besó, la besó con todo el amor y la alegría que sentía en ese momento, por una vez se sintió solo un chico, un chico normal compartiendo con su amada Ginny una tarde normal, como lo haría cualquier enamorado.

La película dejó de interesarle a ella, sin importar que no estuvieran solos en el lugar, rodeó al moreno del cuello, le hundió su lengua en la boca haciendo que el chico suspirara entrecortadamente, luego besó su cuello, Harry cerró los ojos unos segundos y luego los abrió con horror.

-Detente, Ginny, no estamos solos y esto me gusta, sabes que me enloqueces...-Le dijo mientras miraba aterrado si los demás en el cine podían verlos.

La chica hizo de cuenta que no había escuchado nada y siguió besando su cuello, subió por su mentón y besó su rostro, luego sus mejillas y finalmente el lóbulo de su oreja, para el chico era más que una provocación, tomó la capa de invisibilidad que estaba en la butaca continua y se ocultaron con ella, a lo lejos la última fila se veía vacía, pero no lo estaba, bajo la capa las manos de Harry estrujaban con pasión los pechos dulces de la muchacha, el chico quería arrancarle la camisa y besárselos.

-Te deseo.-Le murmuró a su novia en el oído, Ginny echó la cabeza hacia atrás y el moreno aprovecho la postura adoptada por su novia para besarle el cuello.

-Regresemos a la casa, mi amor.-Le dijo ella.

El muchacho se acomodó los anteojos algo aturdido, se sentía incapaz de ponerse de pie. Volvió a acariciar los pechos de Ginny sabiendo que no podía detenerse, no quería, necesitaba hacerle el amor en ese preciso instante.

-Regresemos, Harry, llévame a casa.

Como si le hubieran puesto una pila nueva en la espalda el chico, se puso de pie, sacó a su novia casi corriendo del cine, y a la salida del lugar vieron que el cielo se había puesto gris y oscuro, cosa común en Londres, la capa se les resbaló y quedaron a la vista.

-No importa.-Dijo él.

Corrió con Ginny por la calle hasta llegar al subterráneo, se pusieron la capa antes de pasar por el molinete y esperaron en el anden, debajo de la capa eran invisibles por lo tanto los demás no podían ver su lujuria y deseo.

El placer del amor.| Romione.Where stories live. Discover now