Capítulo 7.

132 10 0
                                    

LAUREN POV.

Camila se sentó en el sofá en forma de L que tenía y delicadamente comenzó a hablarle a Sasha para que se despertara. La niña abrió sus ojitos y pestañeó varias veces mientras que con la palma de sus manitas se restregaba sus ojitos. Realmente era muy adorable.

-¿Dónde estamos? -Ella hablaba perfectamente, sólo la "r" se le dificultaba.

-Estamos en la casa de Lauren. Dentro de pocas horas me tendré que ir... -inmediatamente la niña al escuchar aquello abrazó a Camila muy fuerte, pero no lloraba.

- ¿Vas a volvé, cieto? -le preguntó con un tono de voz triste.

-Claro que lo haré. -aseguró Camila. Mientras ellas hablaban entre sí, yo me dispuse a revisar las dos mochilas que había traído Camila. Cuando me di cuenta que la ropa de ambas se reducía a dos mochilas mi corazón se estrujó, y ahora que me daba cuenta qué clase de prendas tenía estaba a punto de infartarme, y peor aún al darme cuenta que aquella ropa estaba toda mojada.

- ¿Qué crees que estás haciendo? -me sorprendió Camila. Me encogí de hombros y sonreí.

-Sasha -me dirigí directamente por primera vez a la niña - ¿Quieres ir a comprar ropa nueva? -Le pregunté con una sonrisa. La niña me miró ilusionada y frenéticamente decía que sí con la cabeza, luego se detuvo y miró a Camila.

-Mami, ¿Podemos ih con Lau? -sé que ella evitaba pronunciar la "r" y por eso me había dado ese apodo, pero debía admitir que me encantaba, se me hacía inmensamente tierno, y era muy parecido a como la mujer que está queriendo matarme con la mirada, solía llamarme. Miré a Camila y vi una pequeña sonrisa aparecer en sus labios. Eso era un sí.

Antes de salir de mi casa dejamos prácticamente todo listo para cuando Camila se fuera, le enseñé la habitación que sería para Sasha. Me regañó como una madre por tener el refrigerador casi vacío. Me dio miles de indicaciones de cómo cuidar a Sasha y qué hacer en ciertas ocasiones, aunque siempre terminaba con algo como 'Si al final no sabes qué hacer llama a Ally', ella confiaba más en Ally que en mí, pero no podía culparla. Lauren Jauregui no sabía ni cuidarse a sí misma, y ahora iba a cuidar a su hija.

Cuando llegamos del centro comercial estábamos cansadas, Sasha era una niña muy educada, para ser una niña de tan sólo 6 años sabía cuándo hablar y qué decir. Compré muchísima ropa para ella, muchísimos juguetes y todo lo que ella miraba, pero no se atrevía a pedir. Estaba rebosando de felicidad. Esperaba ganarme un poco de su cariño de esta manera, sabía que no era lo correcto, pero por algo debía empezar si iba a compartir con ella dos semanas de mi vida. También le compré ropa para Camila, aunque ella se negase y luego la aceptara sólo con la condición que me pagaría cuando ya trabajara. Después de todo Camila me hizo conducir hacia un supermercado, y yo me seguía sorprendiendo de encontrar a la gente a esa hora trabajando. Hizo una lista en mi teléfono rápidamente y después compró cada cosa saludable que había en el lugar. Sasha y yo traíamos las manos llenas de bolsas de ropa mientras que Camila las traía llenas de comida.

-Tienes que estar una hora antes en el aeropuerto -le dije. Ella miró su reloj y suspiró. -Vamos, te llevaré. -En el camino compré una pizza y Sasha aseguró que era lo más delicioso que había probado en su vida. Yo sonreí al otorgarle algo de felicidad a aquella niña. Trataba de distraer por todos los medios a la niña, pero sabía que cuando llegara la hora de despedirse sería muy difícil.

Llegamos y lo único que Camila llevaba era una mochila con su nueva ropa que compré.

- ¿Como será suficiente esa ropa para dos semanas? -pregunté pues no me parecía que era suficiente.

-Las lavaré cuando sea necesario.

-Es por eso que cada prenda que tienen está tan desgastada...-la ropa de ambas poco más y se rompía. Ella sonrió suavemente, y agradecí que no se enojara u ofendiera, pues no lo hice con esa intención; pero mi tono solía ser un poco duro, más que todo por la costumbre de mi trabajo.

Volviendo a ti.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu