Un acto de tres

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— Ahora sí que la has liado

— ¿Eso crees? — pregunto sarcásticamente

Me encuentro en la mesa de la Escuela con Kyler pensando en todo lo que me espera. Luego de que Zara se fue, Emma no tardó en despedirse rápidamente y desaparecer sin dejar polvo. Quería seguirla y decirle que no debía estar molesta, pero de hecho no estoy seguro ni yo mismo de qué es lo que pasó.

— Es que ¿a quién se le ocurre tener algo que ver con la hija del General? — se ríe como si fuera lo más divertido del mundo

— ¿Crees que le diga algo?

— ¿Diamond? Nah, no creo que quiera andar por ahí divulgando que le has sido infiel con una costurera

— No le he sido infiel — lo fulmino con la mirada

— Sigue diciéndote eso. De todas formas, así es como se siente para ella — suspira —. Puedo que para ti la relación amante-reina no sea muy relevante, pero es algo que se toma muy en serio por aquí

Me levanto con las manos recorriendo mi cabello. ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado? Lo único que quiero es pasar desapercibido, pero sólo logro meterme en problemas.

Ahora ¿infiel? Dioses, ni siquiera me he acostado con Zara, ni hablar de estar con Emma. Le transfiero mis pensamientos a Kyler.

— Sí, tienes razón, no has tenido sexo con Diamond pero perteneces al harén. Se espera que todos los integrantes se porten como deben

— ¿Ósea que sólo puedo estar con Diamond?

— Claro que no, no es una relación monógama. Puedes servirte de todos los demás en el harén

— Pero no me gusta nadie en él — me quejo

— Así que estás aceptando que, de hecho, te gusta Emma

— Bueno, sí — acepto

— Estás tan jodido

Kyler se ríe a carcajadas por un rato hasta que mi completa seriedad lo calla. Me mira como si no entendiera por qué no estoy riendo como él.

— Vamos, sé que esa chica es caliente y todo, hasta puedo entender como su imagen de chica inocente te puede poner duro — gesticula como si se la estuviera imaginando —. Pero hay una razón por la que sigue soltera y probablemente virgen. Y tú, amigo mío, la sabes

— ¿Irving?

— Él prefiere ser llamada General

— No puede ser tan malo — me encojo de hombros, no es como si nunca hubiera lidiado con padres celosos

— No ha llegado a ese puesto por nada — se recarga en el soporte de la silla y se mece en dos patas —. Es un hijo de puta en las peleas, es sanguinario e imparable. Se encarga del ejercito por su increíble capacidad para cortarles las bolas a los hombres que lo desafían

El amante de la ReinaWhere stories live. Discover now