Tres son multitud

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Maratón 2/3


Fuertes punzadas retumban por mi cabeza y siento la imperiosa necesidad de golpearme contra la pared.

Escucho algunas voces a mi alrededor y siento algo suave debajo de mí. Todo parece ir lento y mi mente se siente confundida.

— ¿Golpeó su cabeza al caer?

— No, fue una caída corta

Creo escuchar a Zara y a otro hombre hablar pero no estoy seguro de quién sea.

— Debió ser intenso si se desmayo

— Créeme, lo fue

Comienzo a caer a la deriva de nuevo pero de pronto empiezo a oler algo intenso y picante que me molesta. Es como alcohol y medicina rancia.

— Alex, despierta — dice alguien mientras sacude mi hombro

Adormilado me muevo molesto pero el olor se vuelve más fuerte y me veo obligado a comenzar a abrir los ojos. Al principio todo parece borroso. Hay sombras y brillos. Las velas en el techo nunca me parecieron tan intensas.

— Bienvenido al mundo de nuevo

Siguiendo la voz me encuentro con la cara de alguien familiar. Kyler me mira con una sonrisa traviesa y me dan ganas de golpearlo por mirarme de esa forma.

Con dificultad intento incorporarme pero me gana el mareo así que Kyler me estabiliza y me ayuda a sentarme recto en el sillón. Masajeo mi cabeza con dolor.

— ¿Qué pasó? — pregunto en voz rasposa por el sueño

— Te desmayaste, estuviste fuera por varias horas — me explica Kyler

Miro a Zara. Está sentada frente a mí con el vestido impecable y el cabello suelto. Su labial parece fuera de lugar y es la única pista de lo que pasó antes de entrar en coma por un rato.

Las imágenes se arremolinan en mi cabeza.

Zara debajo de mí. Su calor en mi mano. Sus gemidos inundando mis oídos. Su labio atrapado entre los dientes para evitar gritar de placer.

Sí. Ya recuerdo.

Zara parece notar en lo que estoy pensando porque evita mi mirada.

— Kyler dice que lo mejor sería que durmieras bien esta noche, para recuperarte

— Mañana estarás como nuevo — él se encoge de hombros

— ¿Cómo lo sabes? ¿Tienes idea de lo que pudo haberme pasado?

— Sí, cada uno de nosotros lo ha experimentado. Sucede cuando ella llega al clímax, quizás debí haberte explicado antes de que... — sonríe pícaro —. Ustedes saben, decidieran tener diversión sin mí

Zara lo mira mal un momento pero luego se le ablanda la mirada. Kyler la ve con ojos de cachorro.

— Agh, como sea — Zara se levanta y pone sus manos en la cadera —. Ya son cerca de las nueve y debemos estar listos pronto

— ¿Las nueve? — me siento sorprendido

— Parece que alguien la hizo venirse muy fuerte — se burla el rubio

Maldito ricitos.

Zara lo fulmina con la mirada y yo finjo estar ofendido. La verdad es que nunca me había sentido tan orgulloso.

— Voy a ir a arreglar un par de cosas y cuando vuelva necesito que ambos estén listos. Kyler, ayuda a Alexander a acomodar algunas almohadas en el baño y a arreglar el cuarto. Prende un poco de incienso, ya sabes lo que me gusta — ordena antes de desaparecer por la puerta

El amante de la ReinaWhere stories live. Discover now