Verdades

117 13 2
                                    

Un zumbido extraño viene de las paredes mientras mi cuerpo se sacude. El movimiento no es violento pero sí alarmante. ¿Qué podría estar provocando que el suelo tiemble?

Miro a Kyler con la pregunta impregnada en mi cara. Él no duda y rápidamente me quita el cuchillo para volver a ponerlo en la garganta de Peter.

— ¡¿Quién está afuera?! — exige

Pero en lugar de recibir una respuesta sólo obtiene palabras incoherentes. El hombre mira al vacío mientras un extraño rezo sale de sus labios.

— ¿Qué está diciendo? — pregunto aterrado

— No lo sé — admite —. Suena a alguna plegaría, ya no nos servirá

Ambos recorremos con la mirada las ventanas cuando el zumbido se hace más fuerte.

Kyler saca una espada más grande y me pasa el cuchillo. Esto no me gusta nada. Lo veo ponerse en postura defensiva frente a la puerta y derrepente todo cobra sentido.

Algo nos va a atacar, los que sea que signifique "ellos" tienen a Peter rezando. No es una buena señal. Agradezco mentalmente el ser bueno con  las armas. Bien, no tan bueno, pero decente. Por algo es que estoy vivo todavía. La vida en el pueblo no es nada fácil.

— Lo que sea que esté allá afuera no es nada bueno — me dice Kyler —. Si te atacan no olvides defenderte, no creo que sean amistosos

— Sé qué hacer

Apenas término de decir las palabras para cuando tenemos que cubrirnos la cabeza. Pequeños fragmentos de vidrio caen sobre nosotros. No cortan ninguna parte de nuestros cuerpos, pero creo que ahora estamos más asustados que antes.

Me enderezo cuando todo sonido para. Puedo sentir la tela de la jodida túnica pegada a mi espalda gracias al sudor.

Levanto mi cuchillo en un estúpido intento de verme amenazante, pero por dentro estoy que me cago de miedo.

Entonces pasa.

Una enorme nube de humo atraviesa las ventanas rotas. Un extraño olor llena el espacio haciendo lagrimear mis ojos.

— ¿Qué es eso? — apenas susurro

Pero de pronto la lógica toma las riendas de mi cabeza y me doy cuenta de que los rezos han cesado y ya no escucho la respiración de Kyler a mi lado.

Volteo intentando enfocar mis ojos a lo que sea que pueda ver. El humo gris vuelve casi imposible cualquier tarea. Camino tres pasos pequeños con las manos extendidas en un vago intento de tocar algo. En lo que no pienso, es en mis pies.

Tropiezo con algo grande haciendo que caiga al suelo. Me apoyo en mis manos buscando qué fue lo que me hizo caer. Siento la piedra lisa y fría del suelo, además de algunos pedazos pequeños de vidrios que se pegan a mis dedos. Después de varios intentos siento algo suave bajo mis palmas. Es absolutamente humano. Cierro y abro mis ojos con la esperanza de poder ver algo nítido.

Y lo hago. La túnica dorada de Kyler aparece frente a mí. Busco en su cara pero parece estar bien, ninguna señal de herida, sólo parece dormido.

— Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? — la voz hace eco en el espacio vacío

A mi espalda una sombra comienza a avanzar hacia donde estoy. Me arrastro lentamente para atrás pero la figura continúa acercándose.

Mantén la calma Alex, me digo a mi mismo.

Tomo algunas inhalaciones para nivelar mi respiración y hacer menos obvia mi presencia. Aunque claro, en el interior ya sé que me tienen.

Recuerdo las palabras de Kyler en mi cabeza. Debo defenderme. Empuño mi cuchillo con más fuerza, tomo el mango tan apretado que mi mano comienza a temblar.

El amante de la ReinaWhere stories live. Discover now