Agua caliente

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No voy a mentir, harén no es una palabra que use muy a menudo, de hecho creo que nunca la he usado en una conversación, sin embargo sé su significado.

Un harén es un grupo de personas al servicio de un rango mayor. Y cuando digo servicio me refiero a recitar poesía, bailar, cantar y claro, también está el sexo.

Ahora, ¿por qué Irving acaba de decir esa palabra? Seguramente ve mi cara confusa porque con una mueca extraña me toma del hombro y me hace entrar a la habitación.

Gracias a los Dioses está vacía.

- Este lugar será tu nuevo hogar. - anuncia en voz firme -. Sé que es difícil de entender pero es lo mejor que podíamos hacer, todas las demás áreas están llenas

- Pero ¿qué haré aquí?

- Servir a la Reina, por supuesto

Estoy a punto de preguntar la gran cantidad de dudas en mi cabeza pero unos pasos me interrumpen.

El chico de ayer, Kyler, entra a paso ligero y decido. Al principio no lo reconozco porque a diferencia de antes, está vestido.

- Buen día caballeros - saluda con un movimiento de cabeza

- Kyler, te he traído a Alex, fue enviado por ordenes de la Reina para que sirva al harén

- Oh, no he sido informado, me temo. - me mira de los pies a la cabeza y sacude sus rizos rubios en un gesto negativo -. Está sucio, desgarbado y luce exhausto. ¡¿Es sangre lo que veo en tus manos?!

Rápidamente escondo mis dedos detrás de mi espalda pero eso no me salva de la mirada de enojo por parte de Irving. Como si ser herido hubiera sido mi culpa.

- Es recién llegado y la decisión fue tomada de último minuto. Sin embargo sé que puedes hacer algo con él - se excusa Barba Roja

- Claro que puedo

Ambos se miran a los ojos como si la vida se les fuera en ello, una lucha de poder es innegable. Verlo es increíble, un joven que no se ve mucho mayor que yo contra el tipo más grande que he visto en mi vida.

Por último, y cansado de esperar a ver quién gana, aclaro mi garganta haciendo que ambos me miren.

- En fin, debo irme - anuncia Irving dándome una mirada gélida y que interpreto como despedida

Antes de darme cuenta se ha ido dejándome solo con Risitos.

Ambos nos quedamos en silencio evaluándonos.

A diferencia de ayer, ahora está más arreglado y con menos sudor. Su cuerpo se ve trabajado, sus rizos rubios y sus ojos miel hacen juego. Desde mi punto de vista parece un maldito bebé.

- Escucha no sé por qué razón estás aquí, pero tienes que entender un par de cosas. - dice acercándose hasta quedar a unos centímetros de mi cara - Aquí yo soy el Saqalivo, ósea tu jefe, y si te digo que debes tirarte y lamer el piso debes hacerlo. En resumen, obedece. Este lugar es uno de los más deseados y debes aprovecharlo como tal. Sigue todo lo que diga al pie de la letra y nos llevaremos bien, traicioname y estás en problemas, ¿entendido?

Quiero gritarle, decirle que se meta sus palabras y reglas por el culo, pero en su lugar asiento lentamente, no por ser sumiso sino porque no soy tonto. Aún no sé mi situación ni en que posición me encuentro así que debo actuar de forma inteligente.

Kyler me mira nivelando mis ojos hasta que sonríe de lado satisfecho.

- Sígueme

Hago lo que me dice y recorremos el pasillo hasta que la habitación de cristal se desvanece.

El amante de la Reinaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن