Alba brillante

177 17 0
                                    

Por supuesto que Kyler no se sintió satisfecho con mi respuesta.

Lo que nos lleva a estar en mi nueva habitación. Le cuento cada palabra que la rubia me dijo. Él sólo se mantiene calmado y sereno escuchando los detalles de nuestra conversación.

Me siento extraño contándole todo, de alguna forma es como si le estuviera revelando mis secretos a un amigo. Nunca he tenido uno pero estoy seguro que así se debe sentir.

Cuando termino me mira con incredulidad.

— Debes estar bromeando — se levanta caminando de un lado a otro frente a mí —. Acabas de llegar ayer, ¿tienes idea de cuánto me costó ganar su confianza? No, por supuesto que no la tienes. Años, Alex, tuve que esperar años para poder estar en donde estoy

— Yo tampoco entiendo nada — le respondo abatido

— Lo siento, no tienes la culpa — se sienta de nuevo a mi lado —. Sólo estoy ligeramente sorprendido, de todas formas es bueno tener a alguien de mi lado en el harén

No le digo nada pero no creo que sea necesario. De alguna forma creo que ya no me cae tan mal. Quiero preguntar, gritar mis dudas y exigir respuestas, pero en su lugar decido aligerar el ambiente.

— ¿Qué edad tienes?

— Dieciocho, ¿por qué? — me mira con sospecha

— Sólo curiosidad — alzo mis manos —. No tuve la oportunidad de ver mucho ayer, pero todos parecen ser muy jóvenes

— Entonces supongo que te sorprenderás cuando conozcas a lo Odaliscos

— ¿A qué te refieres?

— Bueno, cómo te dije hace un rato, yo me encargo de entrenarlos para que estén listos cuando sea tiempo de que suban de rango — me mira esperando alguna reacción pero no tengo ninguna —. Me refiero a que ellos son realmente jóvenes, así podemos moldearlos para el futuro

— Define joven — digo con temor a la respuesta

— El más pequeño tiene doce años

Mierda.

¿Esto se puede poner peor? Una cosa es que la estúpida Reina tenga un harén, lo que por si mismo ya es repugnante, pero que entrené a niños para satisfacerla sexualmente es imperdonable.

En este mundo nada es justo, los Dioses saben que lo sé. Pero la inocencia es algo que no tenemos mucho tiempo. Las mujeres fuera del castillo mantienen a sus hijos dentro de las casas con la esperanza de alejarlos de la brutalidad del mundo real.

Me parece increíble que aquí dentro las madres no tengan otra opción que entregar a sus hijos como una vil prostituta.

— Oye — me llama Kyler sacudiéndome por el hombro —. Tampoco es para tanto, sí, doce años suena muy poco, pero no es como si los violáramos o algo parecido

— ¿Ah no? — pregunto un poco más tranquilo

— No ¡caray! ¿Estás loco? Yo no podría hacer eso

— ¿Entonces qué hacen con ellos?

— Los entrenamos para servir a la Reina. Y no, antes de que te hagas cosas extrañas en la cabeza, no todo es sexual. Les enseñamos a recitar, a cantar y a bailar. Toman clases de historia, de matemáticas y de lenguas. Aprenden a hablar y a comer adecuadamente.

— Pero, ¿qué hacen para estar preparados para El Acto?

— Cuando cumplen dieciséis años comienzan con algunas clases orientativas. No podemos darles la información por completo si no estamos seguros de que ascenderán

El amante de la ReinaWhere stories live. Discover now