Dos lados de la moneda

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Me gustaría decir que cuando Zara se fue, tomé otra botella de vino y me embriagué, pero lamentablemente la necesidad de no meter a Kyler en problemas de nuevo, era demasiado grande. Así que recogí de la mesa los tres gruesos libros y me decidí a leer frente a la chimenea.

Descarto rápidamente el de Historia general, no tengo ganas de leyendas y mitos populares sobre guerras que pasaron hace miles de años. En su lugar tomo el rojo, que es únicamente referente al harén.

Parece de unas trescientas hojas, es pesado y de pasta dura. Aspiro por un momento su olor a libro viejo y finalmente lo abro.

Lo primero que encuentro es una cita extraña:

"Mi cuerpo, mi voz y mis manos. Mis piernas, mi alma y mi aliento. Todo eso y más, es lo que prometo."

Me parece algo sacado de un poemario del tipo que mamá me leía cuando era niño. Sin embargo no creo que sea una lectura infantil.

La siguiente hoja es un índice detallado de lo que voy a encontrar dentro. Hay reglas para todo. Al menos quince hojas son dedicadas para plasmar el contenido.

Hay reglas de conducta cuando estás solo, para interactuar con los Odeliscos, con los Saqalivos y con la Reina. Todas son diferentes.

Normas para actuar fuera del palacio y con las demás alas. Reglas de vestimenta y de higiene.

Creo que hay una regla que me dice hasta como limpiarme el culo.

Cansado de tantas directrices sin sentido busco a lo largo del libro hasta dar con la parte de historia. Las letras son pequeñas y alargadas pero algo logra captar mi atención.

"... Más que una obligación, otorgar su cuerpo debe ser considerado una necesidad, ya sea para el reino, para el harén o para la Reina."

¿Necesidad? ¿Por qué en el mundo sería necesario tener sexo y realizar orgías como salvajes?

Paso las páginas intentado encontrar alguna justificación pero sólo hay más de lo mismo. Cosas parecidas a "es su deber" se leen por todas partes.

Tonterías. Frunzo el ceño en concentración y me acomodo mejor en mi asiento dispuesto a encontrar respuestas por mi mismo.

De esa forma es como me encuentra Kyler.

— Mírenlo, ¿quién diría que el hombre sería estudioso? — comenta a la habitación vacía

Con una sonrisa en su infantil rostro se sienta a mi lado.

— Te ves feliz — digo sospechosamente —. Pensé que serías castigado

— Ella no es tan mala ¿sabes? Es impulsiva, sí, pero nunca injusta

— Impulsiva parece poco — contesto malhumorado —. De todas formas, ¿qué sucedió con Rain?

— Una reprimenda pequeña, no tienes que preocuparte — se encoge de hombros —. Ella no es la mejor Saqaliva en términos de conducta pero es buena en la cama

— Supongo que a veces olvido porqué todos estamos aquí

— Bueno, no todos — choca mi hombro —. Por lo que sé podrías ser el hombre con el pene más pequeño del mundo

El amante de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora