Capítulo 2

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Esa sensación de desesperación que se siente cuando algo terrible ocurre me estaba matando. Sentía en mi estómago cosquillas de rabia pura, no podía pensar en nada más que en los traidores. Desde que me despertaron para correrme que nada más cruza mi mente, todo tiene relación con el recuerdo de esto que pasó hace menos de un día, el resto de mi vida me parece lejana.

Estuvimos unas dos semanas en Nueva York, y todo ese tiempo me sentí expectante de saber qué sucedería al día siguiente, cuándo tendríamos un concierto grande, cuándo íbamos a grabar nuestras propias composiciones, todo sucedería, y podría haber pasado si no me hubiesen hecho todo esto.

No entiendo, ¿qué hice? Todos quieren esto, todos quieren beber y drogarse hasta morir. Es como nuestros ídolos, ¿acaso no quieren ser Keith Richards o Lemmy? Ahora vienen a hacerse los preocupados por qué se yo qué mierda.
Me sentía solo, e inevitablemente quería llorar, necesitaba descargar de alguna forma toda la mierda que tenia como nudo en toda la garganta.

*Lisa*

Después de acomodarme bien donde mi tía Donna, decidí llamar a mi mamá para que me visitara y pudiera contarle todo.
Se puso muy triste cuando supo las cosas que le conté, y me dolió mucho hacerla sufrir, pero tenía que saberlo.

Y bueno, de esa tarde han pasado dos meses.

Había tenido que ir por unas cosas a la tienda, mi mamá nos visitaba otra vez, y queríamos comer uno de sus deliciosos pasteles.
Se supone que me debería haber demorado una hora como mucho, pero se me ocurrió meterme a una tienda de música, y mi compra se alargó casi al doble.

Hace mucho que no me compraba algo de música, bandas nuevas o algún clásico que quisiera tener en mi colección, todos mis ahorros estaban guardados para cuando el bebé naciera. Me metí a la tienda fantaseando que podría por un segundo olvidar todo esto.
Estuve tan cerca de ese mundo...la música vibrando por todos lados y nada importaba mientras estuviera sonando la canción que fuera.

A veces todo lo que quería era volver a San Francisco e intentar de nuevo formar una banda, volver a vivir en el chiquero de los chicos y pasar los días como en ese entonces, donde logré ser feliz durante un tiempo.

Pero luego recordaba las peleas, el hambre, la incertidumbre, las drogas...e inevitablemente venia a mi mente esa noche en que Dave fue al departamento a lanzarme dinero, y entonces me siento tranquila con mi decisión.

Poco a poco sentía cómo mi cuerpo cambiaba, un proceso lento que se apoderaba de mí cada vez más. Pensaba en la libertad que no volvería a tener, pero luego me convencía de que era yo la se decidiría cómo criar, y me prometía cada segundo que mi vida sería distinta.

Iba a ser madre por rebeldía.

Me fijé en la hora y volví a paso rápido a la casa, de seguro mi tía y mi mamá estarían muy preocupadas porque no llegaba.

Cuando llegué golpee varias veces la puerta, pero nadie me abrió, así que me di la flojera de darme la vuelta y entrar por la cocina.
Cuando iba llegando, desde la ventana del costado de la casa, oí lo que era una conversación de mi tía con mi mamá.

-Tú eres la que es incapaz de tomar las riendas de su vida, ¡Elif!
-¡Pero no puedes decirme que Lisa va bien!
-¡¿Cómo puedes venir y quejarte de que apoye a tu hija?! ¿Qué has hecho tú al respecto? ¡la abandonaste!
-¡No lo hice!

Mi tía dio un suspiro largo y sonoro, claramente no me oyeron golpear la puerta por su acalorada discusión.

-La enviaste a Texas sola... -comentó lentamente.
-No tenía opción.
-¡Claro que tenías! ¡tenías! ¡debiste dejar al cerdo de Abbott hace miles!
-¡No puedo!
-¡Claro que puedes! Sabes que estoy aquí, que siempre estaré.
-No entiendes-
-Tus hijos ya crecieron, cual es tu excusa ahora.
-¿crees que basta? Me va a perseguir, va a hacerlo todo para dominarme, se que es capaz hasta de matarme.

Ya todo estaba demasiado denso, pensar en todo lo que pasa mi mamá no es fácil, es terrible el miedo que le tiene a mi padre, ojalá me la pudiera llevar bien lejos.
Estaba apoyada en la pared, escuchando atentamente una conversación que jamas hubiese sucedido delante mío.

De pronto el teléfono comenzó a sonar, y me di cuenta de que había estado como ida, pensando en lo que Donna y mi mamá discutían con tantos gritos. Así que hice como si recién hubiese llegado y entré por la cocina. El ruido y todo el intercambio de palabras que lo producían, cesó abruptamente con mi "recién llegada".

-Tuve que entrar por aquí, golpee pero...quizás de aquí no se oye...

Mi tía fue al teléfono antes que entrara por completo, así que mi mamá se acercó y me ayudó a sacar las cosas de la bolsa.

-Vamos a hacer un delicioso pastel.

Me sonrió dulcemente, y acarició con cariño mi cabello, como cuando era niña. Sentir su calor me reconfortaba como nada. ¿podría yo llegar a producir ese efecto de amor en mi hijo?

-Lisa - la voz de mi tía interrumpió mis pensamientos - James Hetfield te llama.

Patada en el estómago.

Dave.

Miré a mi mamá, y ella me hizo una señal de que fuera.
Tomé nerviosa el teléfono y lo acerqué a mi oído.

-¿Hola?
-Isa...
-Hola James
-¿Cómo...estás? Tanto tiempo
-Estoy...bien, ¿y tú?
-Bien, bien...te llamaba porque al fin tenemos un teléfono, quería darte nuestro número, han sido meses agitados para la banda.
-Eso es bueno, supongo
-¡Claro que sí! Lisa, tengo tanto que contarte, pero sé que no es buen momento para ti, yo--
-¿Por qué no?
-No sé, por todo lo que ha pasado...
-Estoy bien, ya te dije, estoy bien.
-Ah...
-¿Y la banda?
-Bien, estamos grabando un álbum. ¡Imaginalo! Apenas esté listo voy a enviarte uno por correo.
-Genial, voy a estar esperando.
-¿Cassette o vinilo?
-Hay de las dos aquí.
-Entonces voy a enviarte de cada una. -Jajajaja, James...
-Ya que escuché tu risa, te confieso que tenia miedo de llamarte.
-¿Por qué?
-Porque te fuiste y...no sé, creí que estabas enojada conmigo.
-Bueno, siento que era lo único que podía hacer. Después de lo que...de lo que Dave me hizo.
-¿Qué? ¿Qué te hizo?
-Me fue a joder donde me estaba quedando, de suerte no estaba el imbécil de Kirk, no sé cómo mierda, pero se enteró de lo del bebé y fue enfermo de drogado a tirarme unos billetes para que abortara.
-Pero eso ibas a hacer...
-¡Pero no quería que él me lo dijera! ¡Me trató como la mierda el muy miserable! Así que no lo hice.
-¿Qué?
-No me hice ningún aborto.
-¿Entonces estas embarazada? ¿Lisa?
-Sí, de tres meses.
-No jodas...no me lo puedo creer. Tienes que llamarme todas las semanas, yo estaré demasiado ebrio por lo bien que nos irá con el álbum, así que tienes que llamarme, tienes que hacerlo.
-Está bien...pero no quiero que Dave se entere de nada, aunque estés muy ebrio, no me--
-Dave no se enterará de nada, él...ya no está en la banda.

Lo habían corrido, justo como yo le dije en su propia cara.

-Entonces que Kirk no se entere.

James guardó silencio, ninguno necesitó decir nada más, había dejado claro mi mensaje.

-Tengo que ir a comer ahora, sabes que ser madre implica comer de forma decente, te llamo la próxima semana, aunque sabes que si quieres llamarme cualquier día puedes hacerlo. Dale mis cariños a Cliff.
-Está bien, iré apenas esté cerca. Nos vemos.

La conversación se tornó fría después de eso, pero no podía evitar que el recelo volviera.

Habían corrido a Dave, lo que le advertí tanto, lo que causó tantas peleas por fin se cumplió. Y no pude evitarlo a pesar de todo lo que hice.
Finalmente pasó, sé que te acordaste de mí en algún momento Dave, sé que recordaste todas mis palabras. Por fin la viste, por fin viviste mi verdad.

Ashes In Your Mouth On viuen les histories. Descobreix ara