Cautivar

5K 335 23
                                    

Eres perfecto para mí. Me imagino... ¿como sería si estuviéramos juntos? 
Con que solo digas un de acuerdo, todo será perfecto. Oh baby. Me volví loco, en el momento en que te ví 
excepto tu, todo lo demás va a camara lenta 
Dime si esto es amor

Exo- What is love?


Todo era perfecto, magnífico, la vida seguía su curso natural, todo iba bien; amaba a Satsuki con todo mi corazón. Al menos eso era lo que yo quería creer hasta que lo conocí.

Ahora no podía olvidarme de sus dulces besos, sus esponjosos y carnosos labios, su suave cabello, su piel aterciopelada y lechosa, su cuerpo menudo, aquella aterciopelada voz y esos ojos que no me hacían sentir miedo al perderme en ellos.

°°°°°°

—¡¿Te vas a casar?! ¡tenemos que celebrarlo! — Alex gritó mientras me abrazaba fuertemente.

—¿Celebrar? —pregunté confundido, ladeando ligeramente la cabeza hacía la izquierda, ¿En verdad pensaba "celebrar" un lunes por la noche?

—Claro Bakagami, es un acontecimiento que se debe celebrar. No todos los días te comprometes. Así que ahorita mismo te vas a cambiar ese espantoso pijama para ir a Kiseki.

Alex me empujo por los hombros hacía las escaleras para subir e ir a mi cuarto y cambiar mi pijama, que en mi opinión era fantástico y tan cómodo como para no quitármela nunca y quedarme sumergido en la comodidad de mi cama. Pero, por otro lado, me gustaba estar en Kiseki, un club muy famosillo entre jóvenes y adultos de no más de 35, dónde podías gozar ambiente tranquilo y agradable. Justo media hora después nos encontrábamos en el dichoso club junto a Sakurai, Izuki, Hyuga y Teppei, aunque los últimos dos habían desaparecido misteriosamente unos minutos después de entrar.

— ¿Y quién es la afortunada Kagami? —Izuki preguntó tomando un trago profundo de su cerveza.

—Momoi Satsuki.

—¡No me jodas!, ¡la peli rosa! —Izuki escupió todo el líquido que se había llevado a la boca directamente hacía la mesa, formando un pequeño charco amarillento—, ¡esa chica te gustaba desde primer año! ¡ahora te casarás con ella! Maldito suertudo...

Reí ante su comentario. Había conocido a Satsuki en la secundaria, fue algo así como amor a primera vista. Cuando la vi caminar por el pasillo del instituto mi corazón se aceleró a tal punto que pensé que tendría un paro cardíaco en cualquier instante, era la chica más hermosa que había visto en toda mi corta vida. Después de unos meses en sufrimiento reuní todo mi valor y decidí hablar con Momoi por primera vez. Recuerdo a la perfección que mi cara se puso tan roja que fácilmente podría entrar a una competencia de jitomates, los nervios parecían bailar un tango por mis venas porque me fue casi imposible decir un simple y nada costoso: hola. Los meses pasaron y Satsuki y yo, por arte de magia, nos convertimos en buenos amigos y con el paso del tiempo la amistad se convirtió en romance.

Las horas transcurrían mientras el nivel de alcohol en las venas solo aumentaba, la mayoría ya estábamos los suficientemente ebrios. Izuki vomitaba ruidosamente bajo la mesa sin cuidado alguno, Teppei y Hyuga ya habían regresado con la ropa mal arreglada y la cara sonrojada. En mi caso yo me encontraba con la visión borrosa y algo mareado mientras escuchaba una historia incoherente de Sakurai. Pero repentinamente algo llamó mi atención, un chico de peculiares cabellos celestes, estatura baja, al menos comparada con la mía, y piel pálida. El pequeño chico se encontraba sentado en una mesa un poco alejada junto a un alegré y alto rubio.

De bodas a pañales (CORREGIDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora