Capitulo 18 - Lo Prometido...

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Capitulo 18 –

Lo Prometido...


Llamó a la puerta con una extraña suavidad. Su gran puño casi acariciaba la tosca madera blanca y en menos de unos segundos ella ya estaba mirándonos con los claros ojos llorosos. Mire a mi cazador, quien automáticamente lucia como un niño ante ella, un niño que había sido abandonado, la mirada triste y acusadora que le dedicaba a Carol hacia enternecer mi corazón, la quería con un amor que jamás llegaría a comprender del todo. Sentí un poco de celos, a decir verdad, pero no evite devolverle el abrazo cuando ella automáticamente se lanzo a los dos, estrechándonos al mismo tiempo.

- Dios mío, están bien, ¿Cómo...? – su voz temblaba teñida en llanto al mirarnos

- Logramos escapar. ¿Por qué dejaste Alexandria? ¿Por qué no volviste? – Daryl no entendía como ella pudo ir en nuestra búsqueda arriesgándose a morir de esa manera.

- Tenía que hacerlo – fue todo lo que ella logro articular secándose las lagrimas con el puño de la camisa. Acto seguido nos invito a pasar y la seguimos hasta el pequeño living de su nueva casa.

La casita era acogedora y lucia muy bien acomodada, como si el fin del mundo civilizado no hubiera dejado rastros en ese lugar. Era perfecta para vivir en plena tranquilidad, todo lo que ella necesitaba, al perecer. Los ambientes eran justos, bien adornados y amoblados, y contaba con una gran chimenea en la sala, que llenaba de calidez toda la casa.

Ambos nos ubicamos en el living, yo en un sofá, ella mi lado y Daryl se sentó en el suelo, sobre una alfombra color tierra, de espaldas al hogar, justo frente a nosotras.

- ¿Qué haces aquí afuera, Carol? Deberías estar con los demás – no pude esperar a decírselo, debía haber una razón para ello; no tenía que estar sola allí, era peligroso de cualquier manera, por más fuerte que ella fuera.

- Fui a buscarlos, me hirieron... yo solo ya no podía volver. Había fallado, no podía aceptar que no había logrado salvarlos, debí estar allí, debí evitarlo de alguna forma... - su sentimiento de culpa era sobrecogedor y veía mucho de Daryl en ella, ese sentimiento protector; llena de extrema valentía y a la vez tan vulnerable que no se permitía el haber fallado.

- ¿Qué? ¿Estabas pensando en ir tu sola a buscar a ese degenerado? ¿Acaso perdiste la maldita cabeza, Carol? – el cazador estaba notablemente enfurecido, y ella lo miraba disculpándose

- No podía dejarlos allí, no después de lo que paso con Glenn y Abraham. Lo siento – su voz se quebraba y tuve que colocar mi mano sobre su hombro, era inútil que se culpara.

- No había nada que pudieras hacer Carol, ahora tu también estarías muerta – le dije intentando sacarle el peso de encima

- Luego de que me hirieran y Morgan me hallara, el intentó convencerme de que volviera, de que olvidara todo el asunto, que así eran las cosas ahora, pero me negué. Quería asesinarlo, quería acabarlos a todos, y lo hice... mate a varios de ellos, pero luego sentí que una parte mi también moría con cada bala que disparaba y aun así no lograría llegar a ustedes jamás. No pude perdonármelo, me volví débil y tuve que irme sola. Cuando amas a alguien y se encuentran en peligro tienes que matar, pero a la larga eso te acaba también. No podía aceptar el sentirme tan inútil, por eso me quede, supongo que esperaba que Rick apareciera convenciéndome de que íbamos a pelear y a la vez aquello me aterrorizaba, no quería volver a matar. El estaba destruido, sometido totalmente, yo no podía verlo en ese estado. Pero no podía convencerlo de lo contrario tampoco... solo me rendí. Lo siento – le dedico otra mirada lastimosa a Daryl, quien solo se volteo a mirar las rojas y llamas de la chimenea, consumiendo la leña, emanando un reconfortante calor. La entendía, completamente. El matar no era fácil, yo lo había hecho y aun podía ver los rostros en mis pesadillas, pero es algo necesario sobre todo cuando intentas proteger a los tuyos. En este momento, era más necesario que nunca, lamentablemente.

Mirror of His SoulWhere stories live. Discover now