Llegamos al hospital y los doctores comienzan a hablar con el camillero (como si yo no estuviera ahí) sobre mi estado se salud y el procedimiento a seguir.

Minutos más tarde me pasan a una habitación y unos instantes después llega una enfermera muy joven para mi gusto, le tengo fobia a las agujas y que sea una enfermera muy joven me da la impresión de que es inexperta y eso no ayuda mucho a mis locos nervios.

-Hola Katrina, soy Caren y seré tu enfermera el día de hoy. -sonríe mostrando una hermosa y perfecta dentadura. -Te tomaré tus signos vitales y después te canalizare ¿sabes que es eso? -me pregunta mientras saca un algodón de una extraño recipiente, lo exprime un poco y limpia mi dedo corazón de mi mano derecha.

-No, no sé qué es -suspiro y giro mi cabeza hacia la ventana que esta a mi izquierda.

-Bueno pues... -toma mi dedo y siento un pinchazo en el, giro rápidamente para ver que es lo que me hizo.
Mi dedo sangra veo como pone una gota de sangre en una maquina rara
-Pincharemos tu brazo para poderte pasar medicamento por tu vena -continua como si nada hubiese pasado se lo que hace, me distrae para que no me ponga más nerviosa.

~•~•~•~•~

No se cuanto tiempo pasa, o cuanto tiempo llevo dormida pero una caricia suave rosa mi mano, despierto reaccionando ante tal muestra de cariño.

Los labios de Emmanuel están pegados en mi mano dejando un leve cosquilleo en ella y despertando corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.
¿Cómo un simple beso puede despertar el deseo?

Emmanuel levanta la mirada y me sonríe haciendo que olvide todo lo ocurrido.

-¿Como te sientes? -acaricia mi mano e inclina su cabeza es como si quisiera inspeccionarme, entrar en mi mente... Conocerla a fondo, pero eso es imposible en ocasiones mi mente hasta a mi me sorprende.

-Me siento... Mejor -miento, pero
¿qué mas puedo decir?
Que me duele músculos que desconocía su existencia, que mi autoestima y mi valor esta por los suelos? No, ¿con que fin he de hacerlo?

-¿Ya no te.. Duele? -dice con sutileza.

-¿Por qué sigues aquí? Vete Emmanuel -retiro mi mano de la suya, no me gusta que me tengan lastima, y él no tiene ninguna responsabilidad hacía conmigo.

-No, me quedaré aquí contigo, ya deja las tonterías a un lado. -me ve con fijeza, se reclina en el sofá y cruza la pierna.

-No tienes por que estar aquí, yo estoy bien... O lo estaré, tú vete. -no quería estar sola, pero ya me la arreglaría
-Además él medico dijo que mañana me daría de alta. -bueno me dijo que después de que vea los resultados de los análisis clínicos.

-No insistas, además aquí trabaja mi tío y puedo aprovechar para saludarlo. -sube y baja las cejas, se que por mas que insista no se ira así que me hago a la idea.

La enfermera entra con una charola con medicamentos en ella.

-Es hora de tomar el cóctel de la felicidad - dice la enfermera regordeta con una sonrisa rara en su rostro.

~•~•~•~•~•~•~

Meses después....

Después del accidente Emmanuel y yo hemos estado en contacto por teléfono y por... Grace quien hace el trabajo de cartero.

Aunque no lo veo muy seguido se que esta al pendiente de mi y mi seguridad, nunca se despego de mi lado brindando esa cálida seguridad que necesitaba.

Hay muchos cambios en mi vida, como por ejemplo:
No duermo con la luz apagada por miedo.
Ya no voy a la misma preparatoria. Mis padres recordaron que tenían una hija y decidieron hacer el trabajo de padres cambiándome a un colegio para señoritas, y por último mi madre parece lapa pegada a mi todo el tiempo.

INFIELES Where stories live. Discover now