El placer del amor.| Romione.

Capítulo 19: Las monedas del ED.

La joven se puso de pie y se marchó a su cuarto con un nudo en la garganta, sabía que las últimas palabras que le dijo a su amigo habían sido fuertes, pero prefería que él se molestara a saber que algo malo podía pasarles.

Harry llegó a su cuarto apenado, no por él sino por su pelirrojo amigo, el moreno sabía cuanto deseaba el pelirrojo estar solo con su novia, en cuanto se sentó en su cama, Ron le preguntó:

—¿Qué te dijo? ¿Pudiste convencerla?

—Lo siento, Ron.

El pelirrojo se dejó caer en la cama, estaba muy triste, guardaba la esperanza de que su amigo logrará lo que él no pudo, cerró los ojos y lamentó no poder vivir esa experiencia de estar solo con ella por cinco días.

Desde que salió la idea de la cabeza de su hermana, no había dejado de pensar en todo lo que haría solo con la castaña, había imaginado los desayunos en soledad, cenas románticas a la orilla del lago, baños largos en su ducha, dormir con ella abrazado sin salir corriendo, abrazarla cuantas veces quisiera, besarla… Besarla con libertad, amarla en su cama, abrigarla con sus mantas…Todo eso que había imaginado se le desmoronó.

Por su parte Harry estaba triste por su amigo pero feliz por él. Se durmió pensado en todo lo que haría con la pelirroja, estaba dispuesto a complacerla y mimarla hasta el cansancio, estaba seguro que esos días, serían los más importantes de su vida.

A la mañana siguiente Ginny se levantó feliz y fue hasta el comedor, al llegar se sentó junto a su hermano y en frente de Harry.

—Se me ocurrió algo.-Dijo en voz muy baja, su hermano y su novio se inclinaron hacia delante para escuchar.

—¿Recuerdan las monedas del ED?

Los chicos asintieron con la cabeza.

—Bien, se me ocurrió que Harry y yo podemos tener una y tú con Herms otra, de esa manera les enviaremos mensajes todos los días para que sepan que estamos bien.-Concluyó feliz.

Ron se quedó mirándola con asombro.

—La idea es buena, pero... ¿Cómo me ayudará eso con Hermione?

—Si le contamos esto, podremos convencerla, de esta manera sabrá de nosotros todos los días y no se preocupará tanto.

—Eres brillante, Ginny.

El pelirrojo ni siquiera sonrió, sabía que la castaña no cambiaría de opinión, la chica era muy decidida y nada modificaba sus pensamientos.

—¿Y bien?, ¿quién se lo dice a Hermione?-Preguntó Harry.

—Yo se lo diré, pero no creo que resulte.-Contestó Ron.

—Vamos, Ron, es una buena idea, sabrá de nosotros todos los días.-Dijo Ginny entusiasmada.

La castaña llegó al comedor con cara de haber dormido muy mal, saludos a su novio y amigos y se tomó su desayuno, luego tomó la mochila y partió a su clase de Runas antiguas ante la mirada azorada de Ron. Cuando la chica se perdió de vista su amigo le reclamó.

—¿Por qué no se lo dijiste?

—Lo haré cuando estemos solos.

Después de la primera clase de la mañana los chicos tenía un recreo y luego una hora libre. Ron vio que su novia caminaba por el pasillo de la planta baja y corrió, la alcanzó justo en la puerta del baño de varones de primer año.

—Herms, necesito hablar contigo.-Dijo Ron.

La chica lo miró con ternura, sabía lo que quería su novio. Los ojos celestes de su chico se clavaron en ella, la chica solo bajó la mirada, simplemente no quería hablar más del tema. El pelirrojo se dio cuenta y la tomó del brazo y la empujó adentro del baño.

—Ron, suéltame, estoy en el baño de niños, si me ven aquí adentro tendremos muchos problemas.-Decía Hermione asustada.

Ron se puso muy colorado, no podía creer lo terca que podía ser su novia. La tomó de la mano y la arrastró con mochila y todo dentro de uno de los cubículos del baño, cerró la puerta y quedaron parados muy cerca uno del otro, el espacio era muy pequeño.

La puerta del cubículo llegaba hasta el piso, por lo tanto si alguien entraba no verían sus pies. Era la primera vez en dos días que estaban totalmente a solas, con decisión el chico la tomó del rostro y la apoyó suavemente contra la pared.

—Vas a escucharme, tengo algo para decirte y no te aceptaré un no...-Después de esto la besó, la besó con la libertad de saber que nadie lo miraba, la chica en cambio estaba alterada, sabía que no debían estar ahí.

Los labios del chico rozaron los de su novia y la chispa se encendió, la castaña dejó caer su mochila al piso y se dejó besar, ella también extrañaba los besos apasionados de su novio, el problema era que una vez que empezaban no podían detenerse.

Ron le hundió su lengua sintiéndola con profundidad, se besaban con infinita pasión cuando escucharon que un grupo de chicos entraba en el baño, la castaña dio un pequeño grito ahogado y Ron le tapó la boca con su mano, si los atrapaban, el castigo sería terrible.

CONTINUARA…

-----------
¡Hola, pequeños lectores de Wattpad! ¿Qué tal están? Yo estoy muy entusiasmada porque les tengo una sorpresa muy especial en mi libro de Fanfics Romione and Hinny.

Estén muy atentos. Voten y comenten.

Att: LauraHillón✏.