Wake Up

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"Has estado en un coma profundo, sin embargo me quedé aquí cuando pensabas que no había nadie, yo estaba aquí, tenías miedo, pero te dije "Abre tus ojos" nunca dejé de ser alguien que pudiera amarte así, tuve que demostrarlo de la manera difícil, solo el tiempo dirá, revelaciones y dolores de cabeza harán que te des cuenta que siempre estuve frente a ti"

Filadelfia, Estados Unidos

-Te traje un café.- sentí como Taylor movía suavemente mi hombro y yo me giré lentamente para poder mirarla.

-Gracias.- respondí simplemente mientras sonreía de lado.

Lo tomé entre mis manos y le di un sorbo para después suspirar y dejarlo sobre la pequeña mesa, mi hermana palmeó mi espalda para después salir de la habitación.

Pasé una mano por mi rostro para después tomar la fría mano de Camila, le di un suave beso en el dorso para después frotarla contra mi mejilla.

-Mira, tus Padres te trajeron flores, son bonitas y tus favoritas.- hablé en voz baja mientras miraba por unos segundos las flores.

La máquina a su lado sonó, igual que siempre, suspiré y le di un ligero apretón para después acariciar su mejilla suavemente con mi dedo pulgar.

Estaba pálida, no había color en sus mejillas ni en sus labios, al mirarla detenidamente cualquiera pensaría que estaba durmiendo profundamente, se veía increíblemente serena, casi en paz.

-Estaba considerando comprarme un perro para que me haga compañía en el departamento... Me siento muy sola ¿Sabes? Por eso paso más tiempo aquí en el hospital que en nuestro hogar.- le conté como si pudiera escucharme.

Sonreí de lado mientras peinaba ligeramente su cabello, a Camila le encantaba que hiciera eso, solía recostarse en mi regazo a ver televisión mientras yo deslizaba mis dedos por sus mechones rebeldes.

-Estoy agotada, te vas a enojar conmigo porque estoy más delgada, no como mucho, no tengo hambre.- susurré mientras miraba por unos segundos hacia la ventana.

El mundo continuaba allá afuera, pero el mío se detuvo cuando Camila cayó en un coma profundo.

-Los médicos están viendo que anda mal en tu cerebro... Al parecer es algo que se puede remediar, una operación quizás, pero no tengas miedo, yo estoy aquí, a tu lado.- continué mientras besaba nuevamente su mano.

Tomé el café y bebí un largo trago, el cansancio se estaba apoderando de mi cuerpo y no podía quedarme dormida, no aquí.

-Abre tus ojos mi amor, todo estará bien, te lo prometo, te van a operar y nunca más pasarás por esto... Y no me harás pasar por esto a mi tampoco.- pedí para después morder mi labio inferior.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y después de soltar la mano de mi prometida cubrí mi rostro dejando escapar un largo sollozo, mi corazón se hundió de dolor dentro de mi pecho y comencé a respirar con dificultad.

-Mierda, no otra vez.- sollocé mientras buscaba mis pastillas dentro de mi bolso.

Tomé dos para después abrir la botella de agua que tenía guardada, bebí un trago y cerré los ojos con fuerza.

-Lauren, es hora de irnos.- sentí la voz de mi Madre detrás de mi y me giré lentamente mientras limpiaba mis lágrimas.

-¿Qué hora es?.- pregunté confundida mientras guardaba la botella y las pastillas.

-Son casi las 11 de la noche... Sabes que te hace mal quedarte, vamos.- insistió y yo asentí lentamente con la cabeza mientras me levantaba.

Acaricié suavemente el anillo de compromiso de mi dedo anular para después mirar la mano de Camila, ella no lo tenía, se lo saqué cuando llegó al hospital, estaba guardado en nuestro departamento.

Camren One Shots (2)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora