Camren One Shots (2)

Colors

"Tu hermano pequeño nunca te lo dice pero él te ama mucho, dices que tu Madre solo sonríe cuando ve su programa de televisión, solo eres felíz cuando tu pobre cabeza está llena de drogas, espero que llegues al día en que tengas 28 años, estás goteando como un amanecer saturado, estás derramándote como un lavabo inundado, tienes los bordes rasgados pero eres una obra maestra, ahora estoy llorando a través de páginas y tinta"

Nueva York, Estados Unidos

-¿Vas a ir al club de tenis este sábado?.- me preguntó Emilia mientras caminábamos juntas hasta el estacionamiento de la Universidad.

-Si, iré con Rachel.- le conté haciendo mención de mi Madre adoptiva.

-Genial, te veré allá, yo iré con mi Mamá.- frunció el ceño para después formar una pequeña sonrisa.

La miré fijamente por unos segundos para después desviar la mirada hacia la punta de mis zapatos, una pequeña sonrisa se formó en mis labios para después inhalar con fuerza.

-Tu Madre es... Agradable.- susurré mientras deslizaba mis manos por la tela de mi vestido, Emilia rió a mi lado.

-A ella le agradas, tienes que saberlo.- elevó una ceja y yo dejé de respirar por unos segundos para después sonreír de lado.

Estaba a punto de responderle pero una chica alta vestida de animadora se colocó frente a nosotras de brazos cruzados.

-Camila Cabello, teníamos práctica ayer ¿Lo olvidaste?.- me retó Dinah y yo abrí la boca sorprendida.

-Mierda, lo olvidé completamente.- me lamenté mientras Emilia jugaba con la correa de su mochila.

-Es mi culpa, la invité a tomar un helado después de clases.- se apresuró en hablar la ojiverde y Dinah relajó su entrecejo.

-Bien, pero debes saber que por cada falta a la práctica se debe pagar 20 dólares.- habló mientras inclinaba su rostro hacia la derecha mirando atentamente a la castaña.

-Supongo que es mi culpa.- se encogió de hombros para después sacar de su bolsillo su billetera, la abrió para después buscar los 20 dólares y entregárselos a Dinah.

-No quiero que pagues.- le susurré pero ella negó con la cabeza mientras sonreía.

-No es problema Mila, fue mi culpa, digamos que te rapte.- se encogió de hombros para después picar suavemente mi mejilla.

-Bueno, ya debo irme, las chicas y yo practicaremos una nueva rutina... No te preocupes Mila, solo seremos unas pocas, puedes irte.- agitó su mano despreocupada y yo bufé divertida.

-Gracias Dinah, me colocas al tanto de todo después.- le di una pequeña palmada en su hombro para después seguir caminando con Emilia a mi lado.

-Tu amiga es... Graciosa.- susurró la castaña y yo reí.

-Algo así.- respondí sin importancia al mismo que llegábamos a mi auto.

-Bueno... Supongo que te veré el sábado.- elevó una ceja y yo la miré confundida.

-¿Qué hay de mañana?.- pregunté y ella rió.

-Nos enfrentaremos con otra Universidad en un juego de baloncesto.- recordó y yo asentí comprendiendo.

-Se me olvidaba que eres toda una deportista... Suerte en el juego.- sonreí suavemente y ella frunció los labios para después mirarme fijamente.

-¿Sabes que me daría más suerte? Un beso.- mordisqueó su labio inferior y yo miré a mi alrededor por unos segundos.

-Todo sea para que ganen.- susurré para después inclinarme y presionar suavemente nuestros labios.