One More Try - Larry Stylinson

Capítulo 32

~*3 años Después * ~

Las calles de Nueva York estaban llenas de estrés, la vida en La Gran Manzana exigía siempre andar ágilmente, al principio había costado acostumbrarse al cambio de cuidad, pero luego de algunos meses la vida había sido de lo más parecida a Londres.

Ya llevaba tres años viviendo en USA, Harry había logrado conseguir uno de los puestos más ambiciosos de su vida; era Jefe de Edición en uno de las revistas más importantes del mundo, Matt por su parte había ido ascendiendo de poco en poco, ahora era el manda más del Departamento de Crimen en la ciudad de Nueva York.

Matt había esperado un año y algunos cuantos meses hasta que Harry por fin le había dado una oportunidad, el castaño había sabido esperar y se había tomado las cosas con calma, los primeros días fueron los más difíciles, Harry se desvelaba durante las noches y constantemente se dejaban escuchar sus sollozos, al principio Matt lo dejaba que llorara solo pero conforme los días avanzaron, Harry cayó en depresión, hubo un tiempo en el que ni siquiera se dignaba a salir de su cuarto, hasta que una noche Matt se armó de valor y le tomó entre sus brazos, con suaves palabras le reconfortó y le repartía dulces besitos sobre sus melena enredada, Harry se dedicaba a llorar y a preguntarle qué era lo que había hecho mal, Matt simplemente no sabía la respuesta.

Varias semanas después Harry había comenzado a trabajar en una revista, inició siendo asistente, pero con el tiempo fue escalando posiciones hasta llegar a donde había llegado, Matt; el tierno y comprensivo Matt siempre le acompañó durante los últimos 3 años.

Fue luego de un año cuando Harry decidió empezar nuevamente a creer en el amor, había comenzado una relación con su fiel compañero de casa, ahora llevaban aproximadamente dos años juntos y Matt era el hombre más feliz en la faz de la tierra, Harry seguía siendo ahora era un hombre exitoso con un novio jodidamente sexy y amoroso.

~*Harry*~

Las manecillas del reloj apuntaban que faltaban 15 minutos para las 8 de la noche, una melena con cabellos castaños se divisaba desde el umbral del departamento, Harry llegó después de un viernes de cansancio y lleno de trabajo, depositó las llaves sobre la mesilla de noche ubicada a la izquierda de la puerta principal y miró a su novio sentado sobre el sillón con las piernas sobre la mesa de la sala.

-¿Cuántas veces será necesario que te repita que no pongas tus piezotes sobre la hermosa mesa de caoba que compramos? -regaño al hombre al instante que se sentaba sobre su regazo. Sus labios besaron los de Matt y luego depositó uno de ellos sobre la naricita del hombre.

-Sí sigues castigándome de esta manera lo seguiré haciendo muchas beses -su aliento buscó el del chico y lo volvió a besar.

-Óyeme, es en serio Matt -se alejó un poco de la boca de el hombre y le tomó por el cuello, Matt llevó sus brazos alrededor de la cintura de Harry y le acarició sobre la camisa con sus pulgares.

-Te amo - continuó besando el rostro del rizado hasta que esté le correspondió los besos.

-Y yo a ti, hermoso.

-¿Hazz?...

-¿Que pasa bebé? -Harry clavó su mirada a la de Matt.

-Vayamos a cenar hoy, te tengo una sorpresa.

Los ojos de Harry se abrieron e incrementaron de tamaño -¿Una sorpresa...? ¿Qué clase de sorpresa?

-Venga ya Hazz, si te digo no será sorpresa amor.

-Ash, me choca cuando te haces el misterioso.

El tipo mayor puso cara de indignado y de buenas a primeras comenzó a propinar tremendas cosquillas en el vientre de Harry, los rizos se le alborotaron y suplicaba por que se detuviera, la escena llevó a una apasionada sesión de besos húmedos con sonido excitante, sus cuerpos se chocaron y sus pollas se juntaban la una con la otra, la única cosa que les separaba era la fina tela de los pantalones. Una cosa llevó a la otra y al final Harry terminó haciéndole una mamada a su novio.