Capítulo 30

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~*Louis*~

Las últimas palabras de Harry le resonaban dentro de la cabeza de Louis, el chico había salido de aquella casa y le había dejado. 'Tú me perdiste el día que decidiste traicionarme con Steve' Harry tenía razón.

Louis se había planteado la posibilidad de que este terrible día llegara, en aquel momento había pensado en las consecuencias que toda esta mierda traería pero aún así confió en el 'incondicional amor' que Harry le tenía, pero la vida te cobra todas y cada una de las acciones buenas o malas que has tomado y Louis debía pagar.

El hombre de ojos color cielo quedó postrado sobre aquel pequeño pedazo de suelo bajo él, era como si sus píes estuvieran experimentando una especie de inmovilidad, vio al chico de su vida salir por aquella puerta con el alma hecha pedazos y ninguna de sus palabras fueron suficientes para poder detenerle.

Se dirigió hacía el sillón ubicado a algunos metros y se recostó sobre él. A su cabeza comenzaron a llegar los recuerdos, el día que conoció a Harry había sido el mejor día de su existencia, recordó como desde el momento que le vio con esos cabellos desordenados, su chalequín que para nada combinaba con su camisa interior; desde ese instante supo que quería a ese chiquillo sólo para él. Pareciera como si todo fuese un sueño, Louis deseaba regresar al pasado y tener la oportunidad de arreglarlo todo, volver los meses atrás y de alguna manera ser todo eso que no fue, él nunca se había enamorado, nunca había conocido el amor y pese a que él le enseñó a Harry técnicas sexuales y de seducción, eso no se comparaba con lo que Harry le había enseñado; el rizado le había enseñado a sentir.

Todos pensarán que Louis siendo el tremendo hombre que era jamás tendría que depender de nadie más, pero todo eso era erróneo. Louis necesitaba a Harry tanto o aún más que el respirar, no había querido aceptar el hecho de que Harry le significaba tal importancia pero al final del día el amor que sentía por el otro era inevitable. Parecía como si fuese ocurrido ayer el día en el que Harry llegó a la oficina, el día en el que planeo todo justamente para que Harry se quedara horas extras junto a él, cuando le observaba desde el interior de su oficina y veía como el chico mascaba chicle, las memorias le quemaban el interior cual llamarada hirviente, recordó el día que le encontró en la puerta de su casa junto a Matt y los inmensos celos que le invadieron el interior, volvió a sentir esas cosquillas dentro de su abdomen al pensar en la primera vez que le hizo el amor al chico, en sus años de vida, Louis jamás había imaginado la enorme huella que Harry dejaría en su alma.

Las caricias, los besos, la forma en que Harry humedecía sus labios al hablar, los lunares en su piel, el hoyuelo en la mejilla izquierda que siempre se dejaba ver mucho más que el de la derecha, las marcas de nacimiento sobre el tórax su tórax que hacían pasarse por pezones, el suave tacto de sus yemas; todo eso se había acabado.

El hombre se levantó del sillón y caminó con rumbo a la habitación, entrar ahí sin la presencia de Harry era tormentoso, Louis aún parecía escucharle gritar desde el cuarto de baño regañándole por haber dejado la tapa abierta del inodoro, su voz estaba contenida en esas cuatro paredes y que nunca antes le habían hecho sentir tan basura. Se recostó sobre la cama, aún estaba hecha, desacomodó las colchas que la cubrían y entró en ella, estaba tan enorme sin Harry en ella. Era como si todo a su alrededor se hubiera agrandado de tamaño, la sábanas estaban frías, Louis se acomodó en el lado de Harry y hundió su rostro en la enorme almohada del chico, era suave y delgada; desde el primer día que el rizado había dormido en su casa se había adueñado de esa prenda, no podía dormir sin ella, decía que "había sido hecha justo para él", cerró sus ojos aun con el rostro hundido en la almohada y comenzó a hablarle a una prenda sin vida.

-¡Perdóname Hazz! –una lagrimilla comenzó a recorrer por su mejilla derecha -¡Dios...perdóname! –Tomaba con fuerza la almohada como si le rogara que no se desvaneciera entre sus brazos, su cuerpo en posición fetal y sus labios susurrándole a la soledad.

-¡La he cagado!, carajo sé que la cagué.- cada respiración se volvía más dificultosa sin Harry a su lado, la cama estaba fría, pero el olor en las sabanas seguía ahí, el perfume de Harry se había quedado impregnado en las frías y rasposas colchas, su nariz estaba profundamente hundida y aspiraba su aroma, olía al jabón de baño que Harry siempre solía comprar en el supermercado, simplemente era como estar cerca de el chico y todo lo demás no existía.

Las lagrimas caían a cantaros, y Louis no dejaba de reprenderse y arrepentirse de todas las ultimas cosas que había hecho, todas y cada una de las mentiras que le había dicho a Harry y sobre todo, todos y absoluta y jodidamente cada uno de los besos que se había perdido. Poco a poco el llanto comenzó a disminuir hasta que Louis cerró sus ojos y se dejó llevar por un mundo de fantasía.

~*~

Louis despertó, la cama estaba vacía y aún vestía los mismos vaqueros y la misma camisa de la noche anterior, sostenía con fuerza la almohada de Harry y estaba dormido en su lugar.

No tenía muchos ánimos, ni siquiera de asistir a la oficina, no planeaba verle la cara a Steve, simplemente deseaba quedarse refundido en su soledad. Cerró nuevamente sus ojos cuando unos ruidos extraños se escucharon provenientes de la cocina...!Harry!.

Louis se levantó como rayo, y a muy de prisa caminó a través del pasillo, a lo lejos se podía divisar la luz de la cocina encendida, olía a Hot Cakes, café y tocino, caminó un poco más hasta llegar al comedor, Harry volteó a verle y le dedicó una sonrisa.

-Harry, ¡Oh Dios mío estás aquí!...Escúchame, sea lo que sea o sea quien haya sido la persona que te convenció para que regresaras déjame decirte, jamás volveré a hacerlo...tu eres lo mejor de mi vida, juro por mi jodida existencia que nunca más volveré a lastimarte Hazz, tu eres el...

-¡Buenos Días bebé! –Una voz masculina que no era la de Harry se escuchó detrás de su cuerpo. Louis 

One More Try - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora