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Mientras recordaba el día de ayer, sentía que probablemente me había adelantado en decirle a Daka el cómo me sentía, el problema era que lo había aguantado por mucho y debía sacarlo. El remordimiento de haberme ido sin siquiera decir adiós me consumía. 

Cómo cuando sientes que debes gritarlo.

Cómo cuando sabes que el peso no se irá si no lo sacas.

Cómo cuando te sientes realmente mal contigo mismo por haberle fallado a una persona importante.

Las palabras hablaron por sí solas, salieron de tal forma que pudo notarse cuanto tiempo las había callado.

Parte de mí sentía que debía aprovechar éste momento, ahora había vuelto y esperaba no dejarlo de nuevo. Algunas veces las cosas pasan por una razón, nunca la entenderemos al principio pero luego será bastante obvia. 

Nunca supe como ver a través de las heridas de Daka para conocerla, para saber como de verdad se sentía y quizá hasta ahora nadie lo ha hecho. Ella merecía que yo mirara mas allá de lo que aparentaba y no lo hice. 

Si quieres conocer bien a una persona, mira a través de sus grietas. 

Yacía en el sillón de mi sala, ese donde solía sentarme con papá de pequeño para ver las carreras de autos mientras que mamá cocinaba, ese que tenía tantos recuerdos. Faltaban aproximadamente un cuarto para las tres de la tarde, papá se encontraba trabajando y Clara jugando en su habitación.

Observaba cada rincón de la casa mientras recordaba todos lo que había vivido en ella, esos momentos de sonrisas, lagrimas y peleas. Los días de reuniones familiares y todas las veces que ayudé a mi padre a pintar las paredes.

Siempre salía todo lleno de pintura.

El momento en que Clara llegó a ésta casa y lo feliz que estaba mamá al conocer su pequeña hija. Pero sobre todo recordaba el peor de los recuerdos; el día de la muerte de mamá.

Las lágrimas se desplazaban por mis ojos mientras mi padre mantenía su compostura y permanecía con el rostro mas serio que alguna vez le haya visto. Recuerdo ver su hermosa silueta en una ataúd y ver a desde sus amigos mas cercanos hasta los mas falsos llegar. 

El día que comenzó mi infierno. 

 No más días en familia.

No más juegos de padre e hijo.

No más infancia.

Desde entonces he cuidado a Clara de la forma mas cuidadosa, tratando de hacer con ella todo eso que mamá hubiera hecho; leerle, jugar al té y llevarla a comer helado. He tratado de ser un hermano ejemplar, mientras que mi padre... Se ha encargado de hacer todo lo opuesto. 

Pero todo pasa por una razón. 

Un almuerzo familiar junto a el socio de mi padre y su familia era lo que ellos tenían planeado hoy domingo. Noticia que me entregaron por la mañana.

Ayudaba a mi madre a llevar los platos a la mesa mientras sentía la mirada del chico con el cual había salido, lo cual me resultaba incómodo ahora. Mi padre, por otra parte parecía de buen humor mientras hablaba con el padre del joven y su esposa.

La comida estaba servida y poco después mi padre les deseó un buen provecho a todos. Cualquiera que nos observase en estos momentos pensaría que somos una familia donde hay respeto, educación y amor; colocando estos valores y sentimientos por delante. Siendo esa familia unida que mis padres fingen que somos cada vez que estamos frente a alguien.

Una completa farsa. 

Estaba harta de tener que fingir que no sucedía nada, estos eran los momentos donde quería gritar que mi padre me golpeaba, que el amor entre Jessica y Robert se había acabado y que eramos totalmente infelices. 

Estaba harta de querer sobrevivir de los buenos recuerdos que tenía de pequeña, estaba harta de tener que adaptarme a mi actual vida. No podía estar mereciendo semejante cosa.

La vida da muchas vueltas, nunca sabes lo que puede ocurrir al final del día. 

Vivía de esa frase. Necesitaba tener cosas buenas, ir creando momentos inolvidables.

Los únicos momentos inolvidables que tenía en mi cabeza era todas las veces que mi padre me había puesto un dedo encima. 

Había creado una inseguridad tan alta de mí misma que probablemente a éstas alturas necesitase ayuda profesional, cosa que no obtendría si seguía bajo éste techo.Recordaba lo cerca que estaba de ser mayor de edad y sentía un alivio recorrerme. 

Necesitaba salir de mi infierno.

Necesitaba encontrar el cielo.

A Thousand Years. |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora