1.

2.3K 87 37
                                    

Aleska.

El uniforme de la escuela se dice que no es el mejor aliado para las mujeres, pero en mi caso es lo contrario. Pese a la mala alimentación que he tenido últimamente, me sigo viendo increíblemente bien y eso se nota en las miradas que atraigo dentro del instituto. Pero no me interesa, me puede mirar medio país si les da la gana, a mí sólo me importan unos ojos sobre mí, Carlo.

El hijo menor de la familia Anderson Milán y mi actual novio.

Cepillo mi cabello con suavidad tratando de evitar el frizz cuando mis oídos captan el timbre asignado a mi persona especial.

—Buenos días, amor— saludo alegremente.

—Hoy no podré pasar por ti, nos vemos en el instituto.

El sonido de mi celular indicó que la llamada fue cortada haciéndome blanquear los ojos, detesto que me cancele a última hora y él lo sabe.

Es tan raro.

(...)

Al salir de mi primera clase emprendo camino al casillero de mi novio decidida a hablar con él sobre lo de ésta mañana. 

Llevo días preguntándole que le sucede y siempre responde lo mismo.
'Estoy bien' 'solo estoy cansado' 'no tuve un buen día'.
Y finalizaba con un 'te amo'.

A medida que me acerco, veo a mi novio dando la espalda a mi dirección bajándome la molestia al instante, su cuerpo y altura son increíblemente perfectos para mí. Una de las cosas que amo hacer  con él es recargarme en su pecho y escuchar los latidos de su corazón.

— Gracias por dejarme plantada— reclamo detrás de él.

Se gira hacia mí con una sonrisa haciendo que mi corazón se encoja, intento parecer ruda y noto como le hace gracia.

— Hola amor— deposita un beso corto en mis labios mientras me atrae a él.

El mal humor se me esfuma, así que me paro de puntitas dándole otro beso corto y siento como sus manos atrapan mi cintura.

— Perdón por fallarte esta mañana, no volverá a pasar, preciosa. 

Escucho risas cerca de nosotros, lo que me hace separarme y voltear. Estamos siendo observados por un grupo de chicas al cuál conozco.

Loren y su grupo de amigas están ahí, atentas a cada movimiento que hacemos.

Para nadie es sorpresa que somos pareja, llevamos dos años, casi tres juntos. Acostumbramos ir a fiestas, apoyarnos en nuestras actividades y almorzar juntos, la mayoría en este instituto nos ubica.

— Lamento no haber ido por ti, tuve un contratiempo— se disculpa de nuevo, despego la mirada de ellas y me centro en él.

— ¿Qué sucedió ahora?— preguntó dudosa, últimamente tiene muchísimos contratiempos.

— ¿Eres policía o por qué el interrogatorio?— ríe.

Decido dejar el tema por  la paz y me despido de él yéndome rápido a mi siguiente clase, ya hablaremos luego.

— ¡Aleska, Aleska!- Jen, mi cuñada, detiene mi camino acercándose a mí a pasos veloces.

— Hola, Jen— beso su mejilla.

Recuperando a mi EX.Onde histórias criam vida. Descubra agora