4.

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ALESKA.

Mi día se mantiene tranquilo, he tenido todas las clases y Hanna no deja de renegar  sobre la clase de historia.

— ¿Por qué tenemos que tener esa clase?— Pregunta mirando al techo — ¿Por qué me castigas así Diosito?— se deja caer en la silla dramáticamente.

— A mí me gusta— me encojo de hombros.

— A mí no, creo que si pudiera eliminar algo de la tierra definitivamente eliminaría esa materia— dice estrellando su cabeza contra la mesa.

— ¿Eliminarías la clase de historia?— pregunto y asiente — ¿Qué tal la pobreza? ¿El racismo? ¿El...

— Sí ya capté Aleska, gracias— me fulmina con la mirada — Hay cosas peores que la clase de historia, pero aún así la odio y me voy a quejar todo lo que yo quiera.

Le sonrió negando con la cabeza,  parecer ser que no ha tenido buen día y si su manera de desquitarse es insultando la materia de historia yo la voy a apoyar.

Cuando desperté por la mañana Carlo ya no estaba a mi lado, en su lugar estaba una nota diciéndome que me ama y que soy la mujer más importante para él.

¿Dónde queda Jen, eh?

El recuerdo de ayer se apodera de mi mente, Carlo saca a flote sensaciones nuevas en mí y me gusta el hecho de que la mayoría de mis primeras veces hayan sido con él. 

Fue la primera persona que llevé a mi casa como pareja, la primera persona que le presenté a mi papá y eso lo hace muy importante.

Para mí, papá lo es todo, es mi ser favorito en el mundo y lo amo con todo mi corazón.

Por eso no quiero decepcionarlo, trato de hacerlo sentir orgulloso de mí siempre con buenas notas, portándome bien y cuidándome para que no se preocupe. 

— Tierra llamando a Aleska— Hanna truena sus dedos en mis ojos devolviéndome a la realidad.

— ¿Tú ya tuviste sexo?— pregunto directamente.

La pregunta la desconcierta y me mira confundida.

— ¿Sí y tú?— niego con la cabeza.

— ¿Por qué no me contaste?

— Me matarás cuando te enteres con quien fue— se encoge de hombros.

— Dime que no fue con ninguno de mis primos, por favor— imploro tapándome los ojos.

Su silencio me lo confirma.

—¿Quién fue...

— Vladimir— me corta.

Levanto la mirada y ella me suelta una sonrisa 'tierna'

— Nadie juzga a nadie, ¿lo recuerdas?

Asiento.

—  Bueno, ahora que lo sabes quiero dar una queja— se incorpora en su silla.

— ¿A mí?— la miro confundida.

— Tu primo rompió mis bragas nuevas, ¡me las arrancó el salvaje!— dice en voz alta.

Las personas que se encontraban cerca de nosotras voltean a vernos y yo no puedo evitar soltar la carcajada.

— Lo siento— murmura en voz bajas.

— ¿Por qué no le pides que te compre otras? tiene el dinero para hacerlo,  sólo díselo.

— ¿Y pasar la vergüenza de verlo de nuevo? No, gracias.

Hanna siempre tuvo un crush con mi primo, pero él al ser mayor que nosotras siempre lo vió como algo imposible. Ya veo que no lo era en realidad.

Recuperando a mi EX.Where stories live. Discover now