15.

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Aleska.

Estaciono el vehículo cerca de la entrada, Jen no quiere que Carlo sepa que estoy aquí, así que trato de disimular.

Abandono el coche y camino hacia dentro de la propiedad. Siento algo raro en el estómago, una especie de hormigueo. Tocó la puerta delicadamente y ésta se abre al instante.

Aparece Jen, pero no la Jen de siempre que suele tener una sonrisa pese a cualquier situación. Esta Jen es totalmente diferente a la que yo conozco, sus ojos se encuentran rojos e hinchados.

— Jen— la abrazo sintiendo como llora en mi hombro — ¿Qué pasó?

Ella sorbe su nariz, me hace una señal de silencio con su dedo y toma mi mano adentrándonos a su hogar.

— Escucha, Aleska— trata de tranquilizarse — Quiero pedirte perdón por todo, perdón por habértelo ocultado y espero que no me odies.

Mi corazón se acelera al escuchar sus palabras, las manos me empiezan a sudar. Miro sus ojos sin saber que decir.

— Me estás asustando— digo nerviosa.

— Perdóname— solloza — Perdóname, no fui una buena amiga.

Escucho un especie de grito proveniente de la planta de arriba, la miro confundida, Jennifer me señala las escaleras y sin pensarlo dos veces, las subo velozmente.

Siento sus pasos detrás de mí, quedo paralizada en las escaleras al escuchar la voz de una mujer dentro del cuarto de mi novio.

¿Qué hace una mujer con él?

Me giro nuevamente hacia Jen, ella solamente asiente. Me acerco ahora, a pasos lentos, sintiendo que el corazón va a abandonar mi pecho en cualquier momento.

— ¡Se lo vas a decir!— escucho el grito de una mujer, su voz me parece conocida.

— ¡Esto no tendría que haber sucedido!— la voz de mi novio me deja perpleja — ¡Maldita sea la puta hora en la que no usamos condón!

— ¡Pues no lo hicimos!— siento como empiezo a temblar — ¡No lo hicimos y ahora tienes que cumplir!

— Pero yo...

— ¡Métete en la puta cabeza que vamos a ser papás!

Estoy perpleja, siento como si mi cerebro se hubiese desconectado de mi cuerpo, las lágrimas inundan mis ojos y siento como la respiración comienza a hacerme falta.

Intento respirar pero la acción se me dificulta, siento como la ansiedad está haciendo de las suyas y me está atacando. Jalo aire con la boca de forma exagerada, no es suficiente. La garganta se me oprime, quiero hablar, quiero gritar, pero mis cuerdas vocales no están funcionando.

— ¡Jennifer deja de estarme espiando, maldita sea!

Me doy la espalda tratando de sujetarme del umbral para evitar desplomarme, escucho como la puerta se abre y volteo a ver a Carlo.

Su rostro al verme se transforma en otro completamente distinto, está pálido, muy pálido, me mira como si fuese producto de su imaginación.

Y que más quisiera que esta situación sea producto de la mía.

Quiero hablarle, quiero gritarle que es un hijo de perra por haberme hecho esto, quiero mandarlo a la mierda y decirle que no me vuelva a buscar.

Él se acerca a mí tratando de tocarme y yo retrocedo, retrocedo aún sin poder hacer uso de mis sentidos.

Mi ritmo cardiaco aumenta aún más, el sudor comienza a presentarse en mi cuerpo, sigo sin poder respirar a pesar de inhalar aire cada segundo. La barbilla me tiembla, las lágrimas caen y solo puedo negarle con la cabeza a medida que retrocedo.

Recuperando a mi EX.Where stories live. Discover now