Recuperando a mi EX.

18.

Aleska.

Han pasado dos semanas desde que aquel imbécil me abrió el labio. Mi papá se molestó mucho y no me quedó de otra más que contarle la verdad. Se quejó en la escuela, revisaron las cámaras y el imbécil de ojos verdes fue expulsado.

Nicolás Dima Muller, ese era el nombre del idiota acosador. Le pregunté a papá sobre quién era Olivia Mulller pero me respondió que desconocía a tal mujer.

Mi estadía en la escuela cambió cuando ese maldito se fue, ahora podía caminar tranquila. Hanna me dijo que exageré al hacer que lo expulsaran y esa fue otra razón que tuve para molestarme con ella. Nunca puede estar de mi lado.

En cambio Jen, ella si era una verdadera amiga, fue a visitarme el día qué pasó el incidente <supongo que su hermano se lo dijo> estaba tan enojada, juró que si lo volvía a ver lo iba a despellejar con sus propias manos mientras lo molía a golpes.

Sebastián no estaba al tanto de lo sucedido ya que preferí no alarmarlo. Edward como el buen amigo que es, nunca me deja sola, siempre me acompaña a las prácticas para el concurso de química, me acompaña al llegar y me espera al irnos. Se nos ha hecho costumbre  pasar tiempo juntos.

De hecho, me encuentro esperándolo para llegar juntos a las prácticas. Sentí vergüenza al principio ya que prácticamente al salir tiene que correr a su trabajo, pero él dice que no le molesta y que de hecho utiliza ese tiempo para hacer sus tareas.

Correspondiendo a sus buenas acciones, yo también lo acompaño a su trabajo y estudio o adelanto tareas en en café. Estoy subiendo mi promedio de nuevo y lo mejor de todo, es que al tener mi mente tan ocupada no tengo tiempo de pensar en nadie.

He escuchado cosas sobre él, su novia ya tiene dos meses de embarazo, aún no se le nota la barriga pero pronto pasará y ya me he preparado mentalmente para afrontarlo.

Falta un mes para el concurso de química, estoy emocionada y nerviosa a la vez. Pongo todas mis ganas para poder obtener esa medalla, más que para satisfacer al director, lo hago  para demostrarme a mí misma lo capaz que soy, puedo salir adelante y lograr cualquier cosa que me propongo. No necesito a nadie.

— ¡Mi química favorita!— llama mi atención Edward haciéndome sonreír.

Tomo la bata y abandono  mi casa, lo dejo conducir mi auto partiendo a la escuela nuevamente.

— ¿Novedades?— pregunta.

— Me han felicitado mucho por mi dedicación hacia el concurso— hago pequeños brinquitos emocionada — ¡Lo voy a lograr!

— ¡Esa es la actitud,  chiquilla!

Festejamos juntos nuestros méritos, él me cuenta que aprobó su examen y quedamos en ir a celebrar en su día de descanso.

— Por cierto— cambia de tema — En el café se ha estado presentado un chico con las características del que te lastimó— comenta encendiéndome la preocupación.

— ¿Te ha molestado? ¿Te dijo algo?— inquiero.

— En lo absoluto, comúnmente está centrado en un computador.

— He estado yendo todos los días y no me lo topo. ¿En qué momento?

— Se sienta del otro lado— aclara — Tú normalmente te sientas al lado ciego izquierdo, él se coloca al derecho. Lo descubrí cuando me enviaron a atenderlo.

— Lo expulsaron por mí, ¿y si planea vengarse?

— No dejaré que te haga nada, tranquila.