12.

1K 52 2
                                    

Aleska
Maratón 1/3

El día de hoy realmente ha sido algo productivo, he sido seleccionada para representar a la institución en un concurso de químicos y no puedo estar más feliz.

Me encuentro saliendo de mi clase de deportes, el sudor escurre mi cuerpo y el calor provoca que mi piel enrojezca.

— Aleska...—reconozco la voz de Hanna detrás de mi.

Dudo por un momento en responderle, pero me limito a seguir caminando a los vestidores sin dirigirle la palabra. No he vuelto a hablar ni con ella ni con mis primos, aún me siento algo dolida con ellos.

Como la clase de deportes es la última de hoy, decido simplemente vestirme y ducharme en casa. Mis compañeras aún no llegan al vestidor, por lo que me encuentro sola.

Dispuesta a cambiar mi ropa, tomo la nueva y me adentro a una de las puertas, quito mi ropa sintiéndome aún agitada a causa del ejercicio físico.

Por error, derribó la blusa limpia que recién había tomado mojándola al hacer contacto con el suelo, bufo molesta, espero encontrar una nueva.

Salgo con la parte de arriba de mi cuerpo al descubierto e intento encontrar una nueva en el casillero, la puerta hace un sonido que significa que fue abierta y no me molesto en descubrir quien entró, deben estar llegando las otras chicas.

Sin éxito alguno, me regreso a la puerta donde yace mi ropa mojada en el suelo.

— Hola— la voz de un hombre me hace girar y por instinto cubrir mis pechos.

Es el chico acosador, el de los ojos verdes.

— ¡Este vestidor es exclusivo para chicas!— grito tapándome — ¡Salte!

El ríe acercándose a mí peligrosamente, intento cerrar la puerta del vestidor privado pero él lo impide abriéndola de golpe.

— ¡¿Qué quieres?!- grito nerviosa a medida que se acerca más a mi.

— A ti— responde tranquilo arrinconándome en el pequeño espacio.

En un acto de desespero, pateo su entrepierna y tomo lo que sea con tal de cubrirme arriba, salgo corriendo del pequeño vestidor chocando mi hombro con el de otra chica que apenas entraba.

Pongo mi blusa rápidamente antes de que algún otro estudiante me vea y salgo despavorida de la institución.

No tengo mochila, ni celular, ni nada. Las llaves de mi coche se encuentran dentro y el miedo es demasiado como para regresar.

¿Qué quería ese chico? ¿Qué me iba a hacer?

Busco con la mirada a alguien conocido pero no encuentro a nadie, siento el corazón demasiado acelerado y el miedo no me deja tranquila.

— ¿Aleska?— giro asustada pero me relajo al ver a mi novio detrás de mí.

Sin pensarlo, me lanzo a sus brazos sintiéndome protegida cuando me envuelve apretándome a él.

— ¿Qué pasa?— pregunta cuando sigo ahí sin soltarlo — ¿Todo bien?

No respondo, solo lo aprieto más.

(...)

Fue difícil inventarle algo creíble, pero finalmente logré que me acompañara de nuevo adentro, por mis cosas.

Ya no volví a encontrarme con aquella persona que comenzaba a aterrorizarme y agradecí por ello. No quería ir a mi casa, así que le pedí que fuéramos a la privada que compartíamos ambos.

Recuperando a mi EX.Where stories live. Discover now