34.

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Nicolás Dima.

Quiero datos exactos— exijo. — Lugar, fecha y cada movimiento.

El hombre frente a mí asiente anotando cada detalle en su cuadernillo. Estoy estresado, molesto, la organización de mi padre esta teniendo complicaciones gracias a un nuevo comando que entró a la ciudad y buscan desmantelarnos.

Es estresante, puesto que acá el sistema judicial lo controlo yo, sin embargo aún no tengo datos sobre los  hijos de puta que intentan capturarme, simplemente se me dió el aviso.

— Lárgate— ordeno recargado en mi asiento.

El sujeto asiente nervioso y se levanta, antes de pasar por la puerta se detiene volteándose a mí.

— ¿No te dije que...

— Olvidé darle otra información— regresa. — El trabajo extra que pidió.

Extiende un sobre dejándolo abierto sobre mi escritorio, lo tomo delicadamente abriéndolo y finalmente encuentro algo que me alegra el día.

— ¿Dónde fueron sacadas estas fotos?— pregunto pasando mis dedos por el rostro de la mujer que tanto he buscado.

— Bakersfield— informa. — Fueron en un café localizado en el norte de la ciudad.

Miro detenidamente las imágenes, hay otra mujer que no he visto antes, supongo que se conocieron allá.

— Puedes irte— susurro sin dejar de observar la foto.

Se ve tan distinta, está demasiado delgada y pálida, aún así sigue bella. Tantos años, sabía que no se podía esconder por más tiempo.

El hecho de verla aumenta mis ganas de encontrarla y traerla acá, ahora que sé dónde está, tenerla será más sencillo.

Deposito un beso sobre la foto y la guardo en el bolsillo de mi pantalón. Salgo de mi despacho bajando las escaleras velozmente.

Miles de cosas pasan por mi mente, estoy a nada de iniciar un plan de captura en aquella ciudad y ofrecer una recompensa para quien me la entregue.

Tomo mi celular dispuesto a realizar la llamada que necesito, tecleo el contacto y cuando estoy por llamar, la voz de mi madre me hace girar.

Entra con la mirada en alto, cargada de prepotencia mientras observa cómo todos la atienden al caminar, pasea la vista por nuestro hogar deteniéndose en mí.

La sonrisa que me brinda es extraña, se acerca a pasos lentos quedando frente a frente y decido colgar la llamada.

— La encontré.

Ambos sonreírnos al saber que estamos cerca de la victoria.

— Mañana mismo la tengo en casa— respondo.

Dejo un beso en su mejilla y avanzo decidido dando órdenes. Sobre ella verteré todos los demonios de la oscuridad, el exterior mirará asombrado y van a reconocer que mi especialidad, siempre será la venganza.

Aleska.

Tu padre está muy enojado— se incorpora Megan en los bancos de la cocina.

— Ya se le pasará— me encojo de hombros.

Hoy en la mañana fue a pagar mi colegiatura, lamentablemente se llevó la sorpresa de que no solo habría que pagar ello, sino también mis exámenes para recuperar materias.

— ¿Es por el dinero?— pregunta ella ocasionando que quiera reírme por la suposición tan tonta. — Podríamos devolverle...

— Papá jamás se molestaría por dinero— niego. — Más bien creo, es decepción.

Recuperando a mi EX.Where stories live. Discover now