Asentí lentamente y me quedé en la misma posición hasta que volvió, dejó la fuente con los paños sobre la mesa de noche y se sentó nuevamente a mi lado.

-Necesito que te quites la ropa.- murmuró y sus mejillas se sonrojaron.

Reí débilmente y con su ayuda me senté sobre la cama, hice el intento de quitarme el polerón pero me quejé al sentir como cada músculo de mi cuerpo me dolía en el intento.

-Necesito ayuda.- le dije y ella asintió mientras llevaba sus manos hasta los bordes de la prenda.

Lo levantó lentamente y lo quitó por encima de mi cabeza dejándome en una camiseta blanca de manga corta, sus ojos estudiaron mi rostro y yo suspiré sintiendo los párpados pesados.

Levanté mis brazos y ella deslizó la camiseta suavemente fuera de mi cuerpo dejándome en un sujetador del mismo color, sus manos tocaron mi abdomen y yo gemí al sentir que estaban frías.

Me recostó nuevamente en la cama y se colocó sobre mi, trague saliva y ella llevó sus manos hasta mis pantalones de chándal.

Deslizó sus dedos por los bordes y los tiró hacia abajo, levanté mi pelvis ligeramente para ayudarla y ella logró sacarlos y dejarlos tirados en el suelo.

-Esto es muy erótico.- reí y ella rodó los ojos para después colocarse a mi lado.

Tomó un paño y lo colocó en mi frente, me quejé y ella rió mientras negaba con la cabeza, tomó otro y lo dejó sobre mi abdomen, volví a quejarme para después suspirar.

-Estás delirando.- murmuró divertida mientras tomaba otro paño y lo colocaba en mis muslos.

-Espero recordar esto después.- susurré para después cerrar los ojos.

-¿Tienes dolores musculares? Tengo una pastilla para esos dolores.- se levantó para después salir de la habitación.

A los minutos volvió y con su ayuda pude tomarme la pastilla, derramé un poco de agua en la cama pero ella dijo que no importaba, era solo agua.

-Descansa.- susurró después de unos minutos de silencio.

El cansancio se apoderó de mi completamente y sentí como lentamente comenzaba a quedarme dormida, pero antes de caer en el sueño profundo sentí los labios de Camila por unos segundos en mi mejilla.

"Porque tú, tú, tú, tú y yo podríamos mover una montaña, tú, tú, tú, tú y yo podríamos calmar una guerra, tú, tú, tú, tú y yo podríamos hacer que llueva justo ahora, tú, tú, tú, tú y yo podríamos detener esta Sequía de Amor"

*Días después*

Me había despertado y automáticamente la hermosa melodía del piano había llegado a mis oídos, sonreí y estiré mis músculos para después levantarme.

Me coloqué las pantuflas de perrito que Camila me regaló cuando cumplí un mes en el departamento, la actitud de la castaña hacia mi estaba cambiando y eso me alegraba.

Ya no era fría como antes, había aprendido a conocer a Camila y sabía que ella no le mostraba sus sentimientos a cualquiera, aunque a veces era bastante recatada conmigo.

Tenía sus momento de cariño pero también se volvía fría en su momento, sabía lidiar con eso, después de todo aún me faltaba mucho por conocerla y que ella se sintiera en completa confianza conmigo.

Aunque después de que me cuidara cuando me enfermé me di cuenta de que si existía un sentimiento de cariño hacia mi, estaba segura de que me quería, a su manera, pero lo hacía.

Camren One Shots (2)Where stories live. Discover now