La Desgracia

Capítulo 26 - Trago Amargo

Dulce: ¿Piensas dormir así? (Le respondió avergonzada)

Christopher: ¿Y tú crees que yo voy a dormir?

Dulce: Pensé que ibas a descansar antes de que saliera el vuelo pero sino vas a dormir ese es tu problema.

¡Estaba molesta! ¡Harta! De tener que soportar las groserías de Christopher, por lo que se acomodó de lado para dormirse.

Christopher: Si voy a dormir, pero después. Tú me debes algo Dulce o se te olvida que es nuestra noche de bodas.

El corazón de Dulce dio un vuelto y su cuerpo se tensó al escuchar las palabras de Christopher, sobresaltada se sentó en la cama mirándolo fijamente.

Dulce: ¿No estás hablando en serio? Yo ni muerta estaría con un tipo como tú.

Christopher: No te hagas la inocente Dulce, estoy seguro que tu lista de amantes es tan grande como nuestra lista de invitados.

Y sin previo aviso se subió en la cama y quedo frente a frente a Dulce sin darle paso a moverse.

Dulce: ¿Cómo te atreves a faltarme el respeto de esa manera? (Y trato de levantarse de la cama, pero Christopher la aprisiono más a esta sin poder moverse) Christopher por favor déjame salir te lo suplico, no me hagas esto.

Christopher: Desde el primer día que aposte con tu padre solo quería una sola cosa y era esta...

En ese instante y sin previo aviso tomo las manos de Dulce mientras se acostaba encima de ella y con fiereza besaba su cuello.

Dulce: ¡No! (Grito Dulce desesperada y tratando de zafarse de Christopher)

Pero Christopher era alto y musculoso y ella pequeña y débil, por más que trataba de quitárselo de encima este era más fuerte que ella y mientras más se movía mas la lastimaba al sostenerla.

Dulce: Por favor, no lo hagas, por favor. Yo nunca he estado con un hombre. (Lloraba desesperada Dulce)

Pero Christopher estaba decidido a cumplir su venganza y hacer sufrir a la hija del responsable de la muerte de su hermano era una de ellas. Subió los brazos de Dulce por encima de su cabeza y la sujeto con una mano mientras con la otra le rompía la camisa de la pijama.

Dulce solo lloraba desesperada y pateaba para tratar de defenderse pero era inútil hasta que le soltó las manos y con rudeza le quito la camisa y al mismo tiempo le arranco el brasier.

La miro extasiado e inmediatamente se apodero de sus senos mordiéndolos y chupándolos con deseo, mientras Dulce solo lloraba y lo golpeaba tratando de detenerlo, y En menos de un minuto termino de desnudarla.

Christopher: ¡No te hagas la dura nena! (Decía un excitado Christopher) Se que lo deseas.

Y sin darle tiempo a Dulce de reaccionar, sin darle tiempo a nada abrió sus piernas y con un movimiento brusco la penetro sin piedad alguna provocando un grito ahogado de ella y lágrimas que acompañaban su dolor y su vergüenza.

Ya habían pasado varios minutos y En la Habitación solo se escuchaban las embestidas de Christopher y el llanto de Dulce, Hasta que Christopher llego al éxtasis y agotado y satisfecho se separó de ella inmediatamente mirándola con desprecio, mientras Dulce se colocaba de lado y se abrazaba a ella misma intensificando su llanto.

Christopher: Pobre de ti si dices una palabra Dulce María. Porque te aseguro que tu padre pasara sus últimos días en la cárcel y a ti y a tu madre no les bastara lo que tienen para pagarme.

Y se metió en el baño para ducharse dejando a Dulce en un trago amargo, adolorida, humillada y llorando desesperadamente por lo que acababa de hacer Christopher.

La Desgracia... Un error tras otro.

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