Alex: Se me apagó la lampalita.
Dulce: Venga vamos.
Alex: Pelo tío, ¿ti casas?
Poncho se levantó de la silla y cogió a su sobrino en brazos.
Poncho: Sí, bueno se lo tengo que pedir a Annie, ¿quieres que Annie sea tu tía?
Alex: ¡Sí!
Gritó efusivo y empezó a darle besos a su tío en la cara.
Alex: Un momiento, ¿puedo llevar los anitos?
Poncho: ¿Los anillos?
Alex asintió.
Poncho: Por supuesto, es mas, te lo iba en cuanto supiera la fecha de la boda.
Alex: ¡Mami mami, voy a leval los anitos!
Dulce le miró y le dio un tierno beso.
Dulce: Perfecto, vas a estar guapísimo.
Poncho: Ni lo dudes.
Alex abrazó a su madre y a su tío a la vez.
Dulce: Bueno ya es tarde, venga, a dormir.
Alex se despidió de su tío y fue con su madre a la cama.
Alex: Mami, ¿pol qué no tenes novio?
Dulce le miró atónita.
Dulce: ¿No eres tú mi novio?
Alex: Sí, pelo... Yo quielo un papi.
Dulce se quedó callada, sabía que nunca iba a poder estar con un hombre, en su vida, le dolía tanto que no sabía que hacer ni decir.
Dulce: Alex mi amor, es hora de dormir.
Alex: Vale vale, pelo entonces le pedilé a Santa un papá.
Dulce: Vale cariño.
Y depositó un beso en su cabeza y se quedó hasta que se volvió a dormir.
Dulce salió para unirse a tomar un café con su hermano.
Dulce: ¿Y cuándo se lo vas a pedir?
Poncho: Nos vamos a la playa en dos días, así que prepararé algo bonito para ella.
Dulce: Pues mucha suerte hermano.
Poncho: Ardilla, ¿por qué no te vienes?
Dulce: ¿A la playa con vosotros?
Poncho asintió.
Dulce: Porque no quiero ser una acoplada, además tengo que trabajar y no quiero molestar.
Poncho: Al menos déjame que me lleve a Alex a la playa, por favor.
Dulce: No, como crees, no quiero que os moleste en esos días.
Poncho: No nos molesta Dul, Annie me dio la idea de que os viniérais los dos, anda.
Dulce: Yo no puedo ir Poncho y Alex... De acuerdo irá con vosotros.
Poncho: ¿Sí?
Dulce: Sí, pero si os molesta me lo traigo de verdad.
Poncho: Mi sobrino nunca molesta ardilla.
Dulce: No me llames así.
Poncho: Es que mira estos cachetes.
Y empezó a estrujarlos con fuerza.
Christopher llegó a su casa, muy cansado.
Christopher: Hola.
María: Hola señor, ¿le sirvo la cena?
Christopher: Sí por favor, me cambio y vengo.
Christopher subió las escaleras, estaba cansado, no le gustaba trabajar hasta tan tarde.
Entró a la habitación, toda perfecta, bien colocada, todo en su sitio.
Se sentía tan solo, no tenía nadie al lado, solo a las sirvientas.
Pero no quería a nadie en su vida, no quería que su vida se volviera un caos por culpa de un amor o de algún niño, no los aguantaba, eran tan estresantes que no quería en su vida a un niño.
Se miró al espejo, era todo un triunfador, estaba a cargo de una empresa muy prestigiada y tenía a la mejor gente en su empresa.
Sus padres vivían en Suecia, lejos de todo el jaleo este, ya que su padre se había jubilado y él había tomado las riendas de las empresas.
Se acordó de Maite, su hermana, ya no hablaba con ella. Desde aquél día que la echó de su casa no había vuelto a saber nada de ella. La estuvo investigando, y fue ahí cuando decidió darle la espalda. Su hermana era drogadicta, pero lo que él no sabía es que gracias a su pareja sentimental había podido dejar su vicio y unirse en un emotivo casamiento con su marido.
Se puso el pijama y bajó a cenar, miró la televisión, siempre lo mismo, nada le llamaba la atención.
La apagó y se subió a su habitación.
Programó su alarma y se acostó a dormir, y así todos los días.
¡Hola!
¿Qué os parece este capítulo? ¿Os gusta la novela? ¿Os gustaría que siguiera escribiendo?
Espero que os guste y leáis esta novela, como las otras que tengo.
Es un nuevo reto y una nueva historia, espero que os entretengáis con esta novela.
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Os quiere: SaraOjeda.
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Simplemente Tú.
FanfictionSIMPLEMENTE TÚ. (VONDY) Tenías que ser tú. Dulce María, su vida dio un cambio de 360° y de ahí surgió su pequeño Alex, su amor y su adorado hijo. Apesar de sus pocos años, pudo ser la madre ejemplar. Christopher, el mejor empresario y con sus mu...
Tenías que ser tú.
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